Dajabón, 26 ene (EFE).- Activistas de derechos humanos de Haití y República Dominicana pidieron hoy a las autoridades de ambos países enfrentar con carácter de urgencia una supuesta red que opera en el vecino país y que, según la denuncia, se dedica a estafar a haitianos, interesados en emigrar a la República Dominicana y Puerto Rico.
También pidieron a las autoridades dominicanas que sean flexibles con los inmigrantes haitianos cuando los detienen con documentos falsos tratando de cruzar la frontera dominico-haitiana con destino a este país, al revelar que son víctimas de bandas, que operan principalmente en Haití.
El activista de derechos humanos y de protección civil del noreste de Haití, Jeansen Roulet, declaró a Efe que debido a las dificultades que experimentan sus compatriotas para adquirir actas de nacimiento y cédulas y poder salir legalmente de ese país, “han surgido bandas delictivas, que se dedican a estafarlos, dotándolos de todo tipo de documentos de origen dominicanos que luego resultan falsos”.
Asimismo, denunció que hay familias que han vendido sus pequeñas propiedades y otras han tomado préstamos para emigrar a la República Dominicana porque los “poteas”, como se conoce en Haití a los traficantes de personas, las engañan, al prometer cosas, que al llegar a República Dominicana resultan falsas.
De su lado, el jurista Dionisio Jérez, presidente de la Comisión Dominicana de los Derechos Humanos (CDDH) en el norte del país, declaró a Efe, que esa situación debe ser investigada con precisión
Jérez argumentó que los gobiernos de los dos países caribeños, deben investigar quienes están facilitando en Haití documentos dominicanos alterados, porque al cruzar la frontera, según su apreciación, esos inmigrantes terminan siendo tres veces víctimas.
“Facilitar un documento falso a una persona, cobrar por él y luego atraparla, es casi como reciclar de la actividad criminal del tráfico humano”, dijo.
Asimismo, llamó a las autoridades dominicanas para que establezcan mayores controles en la frontera con Haití.
Según el activista de derechos humanos, por esa franja fronteriza, no solo cruzan con cierta facilidad a territorio dominicano haitianos ilegales, sino inmigrantes de otros países de América Latina, Asia y otras partes del mundo, para luego tratar de viajar a Puerto Rico.
En tanto, Roulet lamentó que muchos de sus compatriotas, que a su juicio, tienen entre 10 a 30 años viviendo de manera ilegal en este país, las autoridades dominicanas impidan a veces su reingreso, por negligencia de autoridades haitianas.
Caraimen Mary Pierre Santá, inmigrante ilegal detenida al tratar de cruzar la frontera domínico-haitiana, dijo que tiene 15 años viviendo en República Dominicana y que sus tres hijos, que ya son mayores de edad, nacieron en Haití, pero que desde hace 12 años viven en este país.
La inmigrante contó a los investigadores que es nativa del sector Quatre Cercuelis, cerca del barrio Cité Soleil, de Puerto Príncipe y que después de tantos años, en diciembre viajó a su país, para reencontrarse con sus familiares y allegados y luego tratar de obtener su acta de nacimiento y la cédula para acogerse al Plan de Regularización, pero que le fue imposible.
“En Puerto Príncipe (capital de Haití), me informaron que el Consejo Electoral solo expide cédulas en campañas de elecciones y que tenía que acudir a la embajada haitiana en Santo Domingo”, lamentó la inmigrante, mientras lloraba cuando era regresada a su país.
Sin embargo, la inmigrante, antes de ser devuelta a su país, denunció que tres haitianos la llevaron a un lugar de Puerto Príncipe, donde habían cientos de sus compatriotas haciendo colas y que tras pagar 110 dólares, le facilitaron una cédula dominicana, pero que al llegar a este país, resultó ser falsa. “Me siento estafada”, dijo.
Según autoridades castrenses y migratorias de República Dominicana, en lo que va del mes de enero en la frontera dominico-haitiana han decomisado cientos de documentos dominicanos alterados en poder de inmigrantes indocumentados.EFE
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