El candidato presidencial del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Luis Abinader, dijo este domingo que su proyecto no busca sacar a un partido político o a un presidente, sino que se trata de cambiar un país en el que prime el desarrollo y al honestidad.
La candidatura, el proyecto político y el plan de nación que encabeza Luis Abinader “no se trata de quitar un presidente, de quitar un partido y de poner al PRM y mucho menos se trata de cambiar la corrupción de dirección. Esto se trata de cambiar el país, de hacer un país diferente… Más solidario, más honesto, de mayor desarrollo y de mayor compromiso con el país”, manifestó.
Abinader también trajo al escenario aquella famosa frase de Peña Gómez “primero la gente”, para describir las líneas que tendría un Gobierno liderado por él, en el que todas las políticas públicas dieran como resultando la mejoría de la calidad de vida de los dominicanos. “Todas esas ideas, ese objetivo de José Francisco Peña Gómez por tener una República Dominicana de mayor equidad, de menos pobreza y mayor inclusión social es un compromiso que hacemos hoy con mi familia, mi partido y mi patria”, reiteró el candidato.
El político se refirió en estos términos durante la misa por el 17 aniversario del fallecimiento del líder perredeísta José Francisco Peña Gómez, celebrada en la iglesia Las Mercedes, en la Zona Colonial.
Durante eucaristía, el expresidente Hipólito Mejía recordó aquellos conflictos por los que atravesó Peña Gómez dentro de su propio partido y reiteró su apoyo al candidato Abinader.
“Estamos aquí pidiendo al Todopoderoso y a la virgen de las Mercedes que nos siga acompañando a todos y fundamentalmente a Luis (Abinader) que es el candidato apoyado por nosotros. Daremos todo lo que esté a nuestro alcance para que la desgracia que nos acompañó por muchos años (en el PRD) no se replique una vez más. Es un compromiso muy grande con la sociedad”, dijo Mejía. Sus palabras arrancaron un extenso aplauso en la concurrida iglesia.
Por su parte, el presidente del PRM, Andrés Bautista, recordó la herencia que dejó Peña Gómez con sus ideales de luchar porque la sociedad dominicana pueda convertirse en un estado de derecho sólido, donde prime la atención a los más necesitados. La misa concluyó con la bendición de Abinader, Mejía y Bautista por parte de Fray Kelvin Acevedo, quien ofició la misa.
El agua bendita bañó a los tres políticos. Y en un banco de la iglesia, en primera fila, las lágrimas de Milagros Ortiz Bosch también mojaron su rostro. Era que recordaba al fenecido Peña Gómez.
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