El reconocido cientista social argentino, Bernardo Kliksberg, considerado una autoridad mundial en temas de pobreza, exhortó ayer al empresariado dominicano a trabajar para derribar las desigualdades sociales que originan la pobreza en que vive buena parte de la población.
Al dictar una conferencia magistral en el marco de la presentación de la Cátedra de Responsabilidad Social, Empresarial y Sostenibilidad, de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, Kliksberg dijo que la empresa privada con su potencial de innovación e inteligencia gerencial puede ser aliada en la construcción de una mejor sociedad, promoviendo la inclusión social de los más desfavorecidos, empezando por mejorar las condiciones de sus trabajadores.
Dijo que en el mundo actual existe la gran paradoja de que mientras la ciencia y la tecnología muestran prodigiosos avances para la producción de bienes y servicios, e inclusive, para aumentar la esperanza de vida de las personas, 17 mil niños mueren diariamente por causas evitables y prevenibles como son la desnutrición, la falta de agua potable y de instalaciones sanitarias.
Hay 805 millones de desnutridos en el mundo de acuerdo a la FAO
Afirmó que de acuerdo a la FAO, en el mundo hay 805 millones de personas famélicas que todos los días se van a dormir sin el mínimo de calorías y proteínas que necesita un ser humano, entre ellos un número significativo de niños.
“Hay dos 2 mil millones más, entre los cuales muchísimos niños, que no tienen uno de los seis micronutrientes fundamentales que necesita el ser humano.
Sabemos hoy que si en los primeros mil días de vida un niño no tiene los alimentos necesarios no van a conformarse las conexiones neuronales en su cerebro, va a tener retrasos para toda la vida, y como todos los males de la pobreza, la inmensa mayoría de ellos no son reversibles, no es que mañana le daremos de comer abundantemente, no hay mañana. Se dañan conexiones interneuronales y ese proceso no es reversible, los mil primeros días son fundamentales”.
Se reduce lactancia materna
El que ha sido asesor de más de 30 países y de instituciones como la Organización de Naciones Unidas (ONU), el Fondo de Protección a la Infancia (Unicef) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), también criticó el hecho de que cada vez se reduzca la tasa de lactancia materna exclusiva recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS)durante los primeros seis meses de vida de los recién nacidos, muchas veces a causa de la desnutrición de las madres y otras por la falta de facilidades de las organizaciones públicas o privadas donde trabajan.
Puso como ejemplo, el caso de Noruega, país que ocupa el primer lugar en desarrollo humano, donde las madres gozan de una licencia pre y post natal de 18 meses, mientras que en muchos países no se reconocen sus derechos.
Acentuada desigualdad social
Añadió que los problemas centrales que plantean las dos últimas ediciones del Foro Económico Mundial de Davos, son el deterioro del cambio climático y las acentuadas desigualdades sociales, que se reflejan en la concentración del 48% del Producto Bruto Mundial (PBM) en manos del 1% más rico del planeta, mientras el 50% de la población de menos recursos maneja el 0.02% del PBM.
En ese orden, añadió que aunque el mundo tiene la capacidad para producir alimentos para 12 mil millones de personas, es decir, para cinco mil millones más que la actual población mundial, un millón 250 mil personas gana menos de un dólar y otros 3 mil millones viven por debajo del umbral de la pobreza.
Sobre el cambio climático expresó que es necesario preservar la naturaleza, conforme a lo que dice la Biblia, la que considera el primer texto de protección medioambiental de la historia. “La Biblia dice por ejemplo, que no se pueden destruir los árboles, incluso en guerras”.
Escuchar el grito de los pobres
Kliksberg aprovechó el escenario para exhortar a los empresarios a escuchar el llamado del papa Francisco a no ser indiferentes ante el grito de los pobres, ya que entiende, que junto a los gobiernos pueden jugar un rol fundamental en la formulación de las políticas públicas en alianza estratégica con la sociedad civil, el voluntariado y las iglesias de todos los credos, que contribuyan a enfrentar estos problemas.
“Frente a estos problemas la empresa privada debe ser responsable igual que los estados porque es un motor de la economía mundial que en pleno siglo XXI no puede quedarse como un mero observador frente a lo que está sucediendo”, afirmó.
Sostuvo que hoy día las empresas socialmente responsables se miden por aspectos clave, como son el compromiso con el medio ambiente y el desarrollo de un buen gobierno corporativo basado en la ética, la transparencia y la intolerancia contra la corrupción.
Dijo que otros indicadores que diferencian una responsabilidad social figurativa de una real y efectiva es una inversión social responsable y en el buen trato que dispensa hacia sus trabajadores, especialmente a las mujeres, ayudándoles a conciliar la vida familiar con la laboral, lo que entiende que a la larga, se manifiesta en un mayor rendimiento productivo.
En ese sentido, dijo que a pesar de que las mujeres representan al 50% de la humanidad, todavía reciben un salario 30% menor que el de los hombres, pese a tener igual cualificación profesional y encima tener la responsabilidad de las tareas del hogar y la crianza de los hijos.
Grullón destaca aportes
De su lado, el presidente del Banco Popular, Manuel Grullón, afirmó que el empresariado dominicano tiene cada día mayor conciencia de la importancia que revisten las políticas de Responsabilidad Social Corporativa para lograr un impacto social profundo y fortalecer su vínculo con la sociedad civil organizada y con las instituciones del Estado. En ese sentido, destacó los importantes proyectos que esa entidad corporativa desarrolla en los ámbitos de la educación, la salud, el medioambiente y el crecimiento económico de distintas comunidades del país.
Al dictar una conferencia magistral en el marco de la presentación de la Cátedra de Responsabilidad Social, Empresarial y Sostenibilidad, de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, Kliksberg dijo que la empresa privada con su potencial de innovación e inteligencia gerencial puede ser aliada en la construcción de una mejor sociedad, promoviendo la inclusión social de los más desfavorecidos, empezando por mejorar las condiciones de sus trabajadores.
Dijo que en el mundo actual existe la gran paradoja de que mientras la ciencia y la tecnología muestran prodigiosos avances para la producción de bienes y servicios, e inclusive, para aumentar la esperanza de vida de las personas, 17 mil niños mueren diariamente por causas evitables y prevenibles como son la desnutrición, la falta de agua potable y de instalaciones sanitarias.
Hay 805 millones de desnutridos en el mundo de acuerdo a la FAO
Afirmó que de acuerdo a la FAO, en el mundo hay 805 millones de personas famélicas que todos los días se van a dormir sin el mínimo de calorías y proteínas que necesita un ser humano, entre ellos un número significativo de niños.
“Hay dos 2 mil millones más, entre los cuales muchísimos niños, que no tienen uno de los seis micronutrientes fundamentales que necesita el ser humano.
Sabemos hoy que si en los primeros mil días de vida un niño no tiene los alimentos necesarios no van a conformarse las conexiones neuronales en su cerebro, va a tener retrasos para toda la vida, y como todos los males de la pobreza, la inmensa mayoría de ellos no son reversibles, no es que mañana le daremos de comer abundantemente, no hay mañana. Se dañan conexiones interneuronales y ese proceso no es reversible, los mil primeros días son fundamentales”.
Se reduce lactancia materna
El que ha sido asesor de más de 30 países y de instituciones como la Organización de Naciones Unidas (ONU), el Fondo de Protección a la Infancia (Unicef) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), también criticó el hecho de que cada vez se reduzca la tasa de lactancia materna exclusiva recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS)durante los primeros seis meses de vida de los recién nacidos, muchas veces a causa de la desnutrición de las madres y otras por la falta de facilidades de las organizaciones públicas o privadas donde trabajan.
Puso como ejemplo, el caso de Noruega, país que ocupa el primer lugar en desarrollo humano, donde las madres gozan de una licencia pre y post natal de 18 meses, mientras que en muchos países no se reconocen sus derechos.
Acentuada desigualdad social
Añadió que los problemas centrales que plantean las dos últimas ediciones del Foro Económico Mundial de Davos, son el deterioro del cambio climático y las acentuadas desigualdades sociales, que se reflejan en la concentración del 48% del Producto Bruto Mundial (PBM) en manos del 1% más rico del planeta, mientras el 50% de la población de menos recursos maneja el 0.02% del PBM.
En ese orden, añadió que aunque el mundo tiene la capacidad para producir alimentos para 12 mil millones de personas, es decir, para cinco mil millones más que la actual población mundial, un millón 250 mil personas gana menos de un dólar y otros 3 mil millones viven por debajo del umbral de la pobreza.
Sobre el cambio climático expresó que es necesario preservar la naturaleza, conforme a lo que dice la Biblia, la que considera el primer texto de protección medioambiental de la historia. “La Biblia dice por ejemplo, que no se pueden destruir los árboles, incluso en guerras”.
Escuchar el grito de los pobres
Kliksberg aprovechó el escenario para exhortar a los empresarios a escuchar el llamado del papa Francisco a no ser indiferentes ante el grito de los pobres, ya que entiende, que junto a los gobiernos pueden jugar un rol fundamental en la formulación de las políticas públicas en alianza estratégica con la sociedad civil, el voluntariado y las iglesias de todos los credos, que contribuyan a enfrentar estos problemas.
“Frente a estos problemas la empresa privada debe ser responsable igual que los estados porque es un motor de la economía mundial que en pleno siglo XXI no puede quedarse como un mero observador frente a lo que está sucediendo”, afirmó.
Sostuvo que hoy día las empresas socialmente responsables se miden por aspectos clave, como son el compromiso con el medio ambiente y el desarrollo de un buen gobierno corporativo basado en la ética, la transparencia y la intolerancia contra la corrupción.
Dijo que otros indicadores que diferencian una responsabilidad social figurativa de una real y efectiva es una inversión social responsable y en el buen trato que dispensa hacia sus trabajadores, especialmente a las mujeres, ayudándoles a conciliar la vida familiar con la laboral, lo que entiende que a la larga, se manifiesta en un mayor rendimiento productivo.
En ese sentido, dijo que a pesar de que las mujeres representan al 50% de la humanidad, todavía reciben un salario 30% menor que el de los hombres, pese a tener igual cualificación profesional y encima tener la responsabilidad de las tareas del hogar y la crianza de los hijos.
Grullón destaca aportes
De su lado, el presidente del Banco Popular, Manuel Grullón, afirmó que el empresariado dominicano tiene cada día mayor conciencia de la importancia que revisten las políticas de Responsabilidad Social Corporativa para lograr un impacto social profundo y fortalecer su vínculo con la sociedad civil organizada y con las instituciones del Estado. En ese sentido, destacó los importantes proyectos que esa entidad corporativa desarrolla en los ámbitos de la educación, la salud, el medioambiente y el crecimiento económico de distintas comunidades del país.
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