SANTO DOMINGO. La iglesia católica latinoamericana y del Caribe experimenta “una renovación profunda” en la actualidad, influenciada principalmente por la figura del primer Papa de la región, Francisco, consideró ayer el nuevo presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), el cardenal colombiano Rubén Salazar Gómez.
“El papa Francisco es alguien que está dándonos a todos en la iglesia y también en el mundo un mensaje muy fresco de lo que tiene que ser el evangelio hoy y, por lo tanto, el mensaje del Papa está siempre presente en todo lo que estamos pensando y proyectando, es una figura presente, siempre”, comentó el arzobispo de Bogotá, al hablar con la prensa dominicana en el cierre de la XXXV asamblea del organismo, que se realizó en el país.
Durante el encuentro, que trazó la estrategia de la iglesia para los próximos cuatro años, los obispos representantes de los 22 consejos episcopales de la región también abordaron la realidad social latinoamericana en análisis que presentaron.
En ese sentido, Salazar Gómez describió a América Latina como un continente que “tiene graves problemas sociales”, y que “está en construcción permanente de su democracia y sus instituciones”. Asimismo, comentó que es una región marcada por problemas comunes como la pobreza, la inequidad, la educación, la emigración y la corrupción.
“Y por lo tanto, es un continente en que la iglesia juega un papel importante como aquella que aglutina a los discípulos de nuestro señor Jesucristo”, dijo el arzobispo.
Prometió que durante su gestión de cuatro años al frente del CELAM se profundizarán estos análisis de la realidad regional, y reafirmó el compromiso de trabajar con los pobres.
El buen cristiano lucha contra la corrupción
Salazar Gómez consideró, además, que un auténtico cristiano es alguien que necesariamente lucha contra la corrupción, y todo aquello que desestabiliza un país. Y, por tanto, estimó, “es una persona que se compromete verdaderamente con la democracia y el bien común”.
“El cristiano es un discípulo de Jesucristo, es un verdadero misionero, y la misión se entiende precisamente en su incidencia en la vida de la sociedad, pero también en llevar el evangelio a todos los ámbitos de la política, la economía…”, dijo el religioso, al responder una pregunta de un periodista.
El arzobispo de Bogotá manifestó que a la iglesia le preocupa la alta incidencia de embarazos en adolescentes en la región, y sobre los casos de pedofilia protagonizados por miembros de la iglesia, reiteró que la postura fue “tolerancia cero”.
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