El plazo para solicitar la nacionalidad española en virtud de la Ley de la Memoria Histórica finaliza mañana, martes, después de tres años durante los cuales los hijos y nietos de exiliados durante la Guerra Civil y la primera etapa del franquismo han tenido la opción de acogerse a este derecho.
El período para pedir la nacionalidad se abrió el 27 de diciembre de 2008, un año después de que la Ley de la Memoria Histórica fuese aprobada en las Cortes españolas (las dos cámaras parlamentarias).
Ante el elevado número de solicitudes, el Gobierno acordó a comienzos de 2010 prorrogar hasta el 27 de diciembre de este año el plazo para que las oficinas consulares tuvieran tiempo suficiente de tramitar los expedientes.
Argentina, Cuba, México y Francia concentran la mayoría de familiares de exiliados y son los países donde se han registrado las colas más largas ante los consulados.
A fecha del pasado 31 de agosto, se había concedido la nacionalidad a 213.787 personas de 378.862 solicitudes presentadas, según datos del Ministerio de Asuntos Exteriores.
La ley reconoció el derecho a optar a la nacionalidad a los descendientes -hijos y nietos- de quienes tuvieron que huir entre el 18 de julio de 1936 -inicio de la Guerra Civil- y el 31 de diciembre de 1955, perdiendo o renunciando a la condición de español.
En concreto, pueden ser beneficiarios las personas cuyo padre o madre hubiese sido originariamente español y los nietos de quienes perdieron o tuvieron que renunciar a la nacionalidad debido al exilio.
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