Rafaela Cuevas, de 32 años de edad, es otra muerta producto de la violencia intrafamiliar, pues aunque no fue ultimada de manos de su marido, decidió ahorcarse por los alegados maltratos que éste le daba, según narra en una nota manuscrita que dejó.
El hecho se produjo en la comunidad El Manguito de la Colonia Plaza Cacique en Bahoruco. El cadáver fue encontrado colgando de una soga, atada a la altura del caballete de la vivienda que compartía junto a su concubino Osiris con el que procreó tres hijos, todos menores de edad.
En la nota manuscrita, encontrada en una humilde mesita de la casa que compartía con su esposo, al que identifican como Osiris, dice que tomaba la decisión de suicidarse por los maltratos que éste le dispensaba constantemente, aunque pide a su marido cuidar la suerte de sus hijos.
“Esto lo hice por Osiris, porque no aguanto más sus abusos. No me culpen ni me juzguen. Osiris cuida bien nuestros hijos sobre todo, a Dembo”, dice la nota que no especifica los abusos a los que era sometida.
El médico legista, Freddy Medina, acompañado del procurador fiscal Adjunto, del distrito judicial de la provincia Bahoruco, Herasmo Díaz Matos, certificó que la muerte de la joven mujer se produjo debido a asfixia por ahorcamiento.
El cadáver de la mujer fue enviado al Departamento de Ciencias Forenses en Azua, dijo el subdirector del Departamento de Investigaciones Criminales, con asiento en Neyba, Francisco Jiménez Mesa.
Se informó que una hora antes de Cuevas decidir acabar con su vida había comunicado a una hermana suya, de nombre Yolanda Cuevas, que se ahorcaría, por los maltratos físicos que constantemente recibía de su pareja.
Mientras que la Subdirección Adjunto de Investigaciones Criminales de la inspectora de la policía en Neyba, adscrita a la Dirección Regional Sur con sede en Barahona, inició de inmediato las investigaciones de esta caso, así como la búsqueda del esposo de la fallecida a fin de cuestionarlo con relación a este hecho.
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