El presidente del Comité Paralímpico Internacional, Philip Craven, fue el encargado de declarar cerrado Londres 2012
Londres.- Londres despidió con una fiesta llena de melancolía y con el grupo Coldplay como protagonista los que han sido calificados como los mejores Juegos Paralímpicos de la historia tanto por su nivel competitivo como por el entusiasmo generado.
El presidente del Comité Paralímpico Internacional, Philip Craven, fue el encargado de declarar cerrado Londres 2012 después de doce días de emociones y competición que, en su opinión, han hecho "únicos" estos Juegos Paralímpicos que han sido "sin ninguna duda los mejores de la historia".
Con el estadio Olímpico nuevamente lleno a rebosar, el plato fuerte de la velada fue Coldplay, que se puso a los espectadores en el bolsillo con canciones como "Yellow", "Paradise", "Speed of Sound" o "Viva la Vida", en compañía de Mat Fraser, un batería con malformaciones en los brazos.
La ceremonia de clausura también contó con la participación de soldados heridos, miembros de la asociación "Help for Heroes", que ayuda a los militares con secuelas de Afganistán e Irak, la Paraorquesta Británica y la estrella del pop Rihanna y el rapero Jay-Z que actuaron con Coldplay.
La denominada "Fiesta de la Llama", presidida por Philip Craven, y el príncipe Eduardo de Inglaterra, el hijo menor de la reina Isabel II, hizo a honor a su nombre justo empezar con decenas de voluntarios haciendo ondear bolas de fuego en un inicio algo gótico y oscuro.
Tras la interpretación del himno británico y la entrada de los abanderados de todos los países al estadio, que en el caso español fue el atleta murciano de 34 años José Antonio Expósito, dio comienzo la fase más espectacular de la ceremonia con unas gigantes máquinas de estética "steampunk" invadiendo el estadio.
La nadadora española Teresa Perales, que ayer consiguió igualar las 22 medallas de Michael Phelps, también fue protagonista de la fiesta al entregar como miembro del Consejo de Atletas un ramo de flores a los voluntarios que fueron homenajeados por su incansable trabajo a lo largo de estos Juegos.
El cálido aplauso que recibieron dio paso al momento más esperado de la velada: la aparición de Coldplay al estadio acompañados por varios grupos artísticos que con sus diferentes números, muchos de ellos interpretados por personas con algún tipo de discapacidad, simulaban el paso de las estaciones del año.
Con el inicio pegadizo de "Paradise", una decena de bailarines aparecieron flotando en el cielo londinense imitando la forma de unas luciérnagas, en uno de los momentos más hermosos de la noche que cada vez tomaba un cariz más melancólico.
Un ambiente melancólico que Rihanna, con "We Found Love", se encargó de convertir en festivo y que Chris Martin y compañía remataron con su conocidísimo "Viva la Vida", con decenas de miles de espectadores coreando la letra y confeti lloviendo sobre el estadio.
Brasil también aprovechó para presentar Río 2016 al mundo con un espectáculo alegre y lleno de ritmo y color en el que participaron el músico Carlinhos Brown, los bailarines Thiago Soares y Roberta Márquez del Royal Ballet de Londres y el nadador Daniel Dias, ganador de seis medallas de oro en estos Paralímpicos.
Los atletas británicos Jonnie Peacock y Ellie Simmonds se encargaron de apagar el pebetero que ha iluminado el estadio desde el pasado 29 de agosto, tiempo durante el que más de 2,7 millones de espectadores han acudido a ver la competición.
Con todo el estadio de pie con "Every Teardrop is a Waterfall" de Coldplay y unos espectaculares fuegos artificiales, terminó definitivamente la tercera experiencia olímpica de Londres en la que el movimiento paralímpico ha vuelto a sus orígenes con unos Juegos que, como señaló Craven, "siempre quedarán en el recuerdo".
El presidente del Comité Paralímpico Internacional, Philip Craven, fue el encargado de declarar cerrado Londres 2012 después de doce días de emociones y competición que, en su opinión, han hecho "únicos" estos Juegos Paralímpicos que han sido "sin ninguna duda los mejores de la historia".
Con el estadio Olímpico nuevamente lleno a rebosar, el plato fuerte de la velada fue Coldplay, que se puso a los espectadores en el bolsillo con canciones como "Yellow", "Paradise", "Speed of Sound" o "Viva la Vida", en compañía de Mat Fraser, un batería con malformaciones en los brazos.
La ceremonia de clausura también contó con la participación de soldados heridos, miembros de la asociación "Help for Heroes", que ayuda a los militares con secuelas de Afganistán e Irak, la Paraorquesta Británica y la estrella del pop Rihanna y el rapero Jay-Z que actuaron con Coldplay.
La denominada "Fiesta de la Llama", presidida por Philip Craven, y el príncipe Eduardo de Inglaterra, el hijo menor de la reina Isabel II, hizo a honor a su nombre justo empezar con decenas de voluntarios haciendo ondear bolas de fuego en un inicio algo gótico y oscuro.
Tras la interpretación del himno británico y la entrada de los abanderados de todos los países al estadio, que en el caso español fue el atleta murciano de 34 años José Antonio Expósito, dio comienzo la fase más espectacular de la ceremonia con unas gigantes máquinas de estética "steampunk" invadiendo el estadio.
La nadadora española Teresa Perales, que ayer consiguió igualar las 22 medallas de Michael Phelps, también fue protagonista de la fiesta al entregar como miembro del Consejo de Atletas un ramo de flores a los voluntarios que fueron homenajeados por su incansable trabajo a lo largo de estos Juegos.
El cálido aplauso que recibieron dio paso al momento más esperado de la velada: la aparición de Coldplay al estadio acompañados por varios grupos artísticos que con sus diferentes números, muchos de ellos interpretados por personas con algún tipo de discapacidad, simulaban el paso de las estaciones del año.
Con el inicio pegadizo de "Paradise", una decena de bailarines aparecieron flotando en el cielo londinense imitando la forma de unas luciérnagas, en uno de los momentos más hermosos de la noche que cada vez tomaba un cariz más melancólico.
Un ambiente melancólico que Rihanna, con "We Found Love", se encargó de convertir en festivo y que Chris Martin y compañía remataron con su conocidísimo "Viva la Vida", con decenas de miles de espectadores coreando la letra y confeti lloviendo sobre el estadio.
Brasil también aprovechó para presentar Río 2016 al mundo con un espectáculo alegre y lleno de ritmo y color en el que participaron el músico Carlinhos Brown, los bailarines Thiago Soares y Roberta Márquez del Royal Ballet de Londres y el nadador Daniel Dias, ganador de seis medallas de oro en estos Paralímpicos.
Los atletas británicos Jonnie Peacock y Ellie Simmonds se encargaron de apagar el pebetero que ha iluminado el estadio desde el pasado 29 de agosto, tiempo durante el que más de 2,7 millones de espectadores han acudido a ver la competición.
Con todo el estadio de pie con "Every Teardrop is a Waterfall" de Coldplay y unos espectaculares fuegos artificiales, terminó definitivamente la tercera experiencia olímpica de Londres en la que el movimiento paralímpico ha vuelto a sus orígenes con unos Juegos que, como señaló Craven, "siempre quedarán en el recuerdo".
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