SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Debido a sus bajos ingresos económicos ocho familias decidieron aprovechar la zona cárstica en una cueva debajo de la avenida Ecológica, cerca de la Charles de Gaulle, en sector Villa del Este.
Desesperante es la palabra que utiliza Albania Cruz, una de las madres de familia que reside en una de esas cuevas, para describir su estilo de vida.
La tristeza embarga el rostro de esta mujer al recordar que el objetivo con que emigró, con sus tres hijos desde Azua a Santo Domingo fue la búsqueda de una mejoría, pero la vida le ha deparado otra situación.
Infrahumanas son las condiciones de vida de esos hogares, si así se les puede llamar, donde un sofá sirve de cama para uno de siete integrantes de una familia.
Lo que a algunos les angustia son las constantes amenazas de desalojo que reciben por parte de las autoridades.
A pesar de las precariedades con las que viven la inocencia de los niños residentes en esas cuevas les permite mantenerse felices, sin conocer su real situación; en contraste, sus padres piensan cómo salir de la triste realidad que los alberga.
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