Wascar Antonio Cavallo Montero, hijo de un ex psicólogo de la Dirección Nacional del Control de Drogas (DNCD), fue quien presuntamente mató al coronel César Ubrí Bocio cuando forcejeaba con él para robarle su yipeta en el parqueo de la Iglesia Divino Niño de Jesús, ubicada en Las Praderas, junto a su acompañante Michael Cury, el pasado domingo, según explicaron ayer las autoridades.
Cavallo Montero era un sargento mayor activo en la Policía y pertenecía a su equipo antinarcóticos. Había sido destituido por mala conducta, pero este año fue reintegrado al cuerpo del orden, por razones aún desconocidas, de acuerdo a la Policía.
Cavallo y Cury eran objeto de una persecución de las autoridades y fueron arrestados por un equipo de la DNCD al impactar con una camioneta Toyota Hilux SRV, color blanco, en la puerta de hierro del Ministerio de las Fuerzas Armadas en la madrugada de ayer.
En el interior del vehículo los agentes dicen haber encontrado la escopeta utilizada en el crimen, un fusil M-16, tres chalecos antibalas, cables y otros pertrechos militares. Ambos fueron trasladados a la sede de la DNCD para ser interrogados en presencia de un representante del ministerio público y del Departamento de Investigaciones Criminales de la Policía.
En tanto, la Policía dispuso la expulsión del alistado y su entrega al ministerio público para que sea sometido a la justicia. Mientras, la Policía ordenó también la suspensión del mayor psicólogo Wascar Antonio Cavallo Deñó, padre del acusado del crimen, y la suspensión en funciones del coronel Manuel de Jesús Feliz Bello, quien tenía encargado al sargento apresado.
El jefe de la Policía, José Armando Polanco Gómez, decidió la medida para el mayor psicólogo, ya que consideró que éste no tenía control de las actuaciones de su hijo y que, al tomar en cuenta que fue expulsado por estar involucrado en la muerte de un policía, intervino para que fuera reintegrado a las filas de la institución.
Detalles
En una rueda de prensa, el presidente de la DNCD, mayor general Rolando Rosado Mateo, explicó la versión de cómo ocurrió el asesinato de su asistente Ubrí Bocio, guiado de las informaciones tomadas de los interrogatorios a que sometieron a Yokasta Maríñez Madera, la mujer que acompañaba a Ubrí Bocio cuando fue supuestamente asesinado por Cavallo Montero y Cury.
Rosado Mateo dijo que Ubrí Bocio había acordado reunirse en el parqueo de la iglesia Divino Niño de Jesús con Maríñez Madera, consultora jurídica de la DNCD. Ambos llegan alrededor de las 9:00 de la noche en sus respectivas yipetas y Maríñez Madera salió de su vehículo para montarse en el de Ubrí.
De inmediato, Maríñez Madera le informa a Ubrí Bocio que mueva el vehículo hacia adelante para no ser vistos por el vigilante de la iglesia, quien estaba pendiente de la seguridad del lugar.
Tanto Cavallo Montero como Cury, supuestamente habían recibido el encargo de un reconocido propietario de una tienda de repuestos de vehículos, identificado hasta el momento sólo como “Rafael”, para que le “fabricaran” tres vehículos de tipo Toyota. Para complacer a su posterior comprador, estos salieron a buscar estos vehículos en toda la ciudad y se encontraron con la yipeta Toyota Hi-Lander del coronel Ubrí Bocio, dijo Rosado Mateo. Cavallo y Cury, quienes andaban en un carro Honda Accord, aprovecharon que el área en donde se encontraba el coronel y la consultora jurídica estaba sola y sin ejercer violencia sacan a Maríñez Madera de la yipeta del coronel.
Según la dama, ella corrió hacia la iglesia y escuchó la primera detonación. Ahí es cuando el oficial recibe un disparo en el brazo y lo sacan del vehículo.
Hubo un factor que influyó en que Cavallo Montero rematara a su asistente y es que éste pudo haberlo reconocido, ya que su padre era el jefe del Departamento de Psicología de la DNCD.
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