jueves, 21 de febrero de 2013

Puestos clave de Obama en seguridad y defensa, en la cuerda floja EL DESENCUENTRO ENTRE REPUBLICANOS Y DEMÓCRATAS Y UNA INESPERADA RENUNCIA HAN DEJADO EN LA CUERDA FLOJA LAS NOMINACIONES


 EFE
Washington
El desencuentro entre republicanos y demócratas y una inesperada renuncia han dejado en la cuerda floja las nominaciones del presidente de EE.UU., Barack Obama, para tres puestos claves en la defensa y la seguridad del país.
El nominado a secretario de Defensa, el exsenador republicano, Chuck Hagel, se ha topado con la oposición de sus antiguos compañeros de partido y el elegido para dirigir la CIA y actual asesor en materia antiterrorista de la Casa Blanca, John Brennan, con la de algunos demócratas por el uso de aviones no tripulados.
Según el analista político conservador Jeffrey Gordon, Obama ha tomado una "mala decisión" con Hagel y cree que aunque Brennan será confirmado "ha hecho declaraciones preocupantes en el pasado como cerrar Guantánamo y juzgar a los terroristas en cortes civiles".
Sin embargo, para el profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Estatal de Iowa, Steffen Schmidt, el presidente ha escogido personas que comparten su política pero "los republicanos están dedicados a evitar que Obama obtenga ni una sola victoria ni en política, ni en confirmación de nombramientos".
Mientras tanto, la Casa Blanca ha expresado su "preocupación" por el retraso en ambos procesos, y espera ver cuanto antes "sentados y trabajando" a los candidatos, según dijo el pasado fin de semana el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Denis McDonough.
Obama nominó el pasado 7 de enero a Hagel, veterano de la guerra de Vietnam, que ha sido cuestionado por su compromiso con Israel, su dureza contra Irán y su oposición en 2007 a aumentar el número de tropas en Irak.
Si bien durante su audiencia de confirmación reiteró ser "amigo de Israel" y tener "todas las opciones sobre la mesa" para evitar que Irán logre un arma nuclear, no ha conseguido convencer a los republicanos que la semana pasada bloquearon temporalmente el proceso de confirmación.
"Esta es la primera vez en la historia de nuestro país que un nombramiento presidencial para secretario de Defensa es sometido a bloqueo... es una vergüenza, pero así son las cosas", se quejó el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, quien introdujo una moción para que se vote de nuevo.
Se esperaba que Hagel estuviera confirmado ya para participar esta semana en la ministerial de la OTAN en Bruselas y ponerse al frente del Pentágono cuanto antes en un momento en el que se enfrenta a recortes drásticos si el Congreso no llega a un acuerdo antes del 1 de marzo sobre un plan de reducción del déficit.
Quince senadores republicanos han enviado una carta al presidente Obama solicitando que retire al candidato, aunque algunos miembros de este partido indicaron tras la votación de la semana pasada que reconsiderarán su voto a la vuelta del receso, el 25 de febrero.
En cuanto a Brennan, dos temas han centrado las audiencias de nominación: Qué sabía de las prácticas utilizadas por la CIA para interrogar a sospechosos de terrorismo que han sido consideradas "tortura" y más información sobre el uso de aviones no tripulados.
Precisamente esta petición, que viene del bando demócrata, es la que ha obligado a retrasar el voto.
El comité de Inteligencia del Senado, presidido por la demócrata Dianne Feinstein, ha solicitado durante los últimos dos años más datos sobre este programa y no va a desaprovechar esta oportunidad para obtenerla.
Sobre Brennan hay pocas dudas de que sea confirmado pero el retraso añade un obstáculo a los esfuerzos de Obama para completar su nuevo equipo de seguridad nacional.
El último y sorpresivo traspié en las nominaciones ha sido la retirada "por motivos personales" esta semana del general John Allen, una figura clave en la estrategia de Afganistán en el que Obama había confiado el cargo de comandante supremo de la OTAN.
Obama había forjado una estrecha relación con Allen, que asumió en julio de 2011 el mando de las fuerzas de Estados Unidos y de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad en Afganistán (ISAF), y cuya experiencia le hacían la persona idónea para asumir el puesto en un momento clave para conducir el último tramo de la retirada gradual iniciada en 2011 y que concluirá en 2014.
El Pentágono investigó a Allen por supuestas "comunicaciones inapropiadas" con una mujer civil vía correo electrónico, lo que puso su nombramiento en espera y aunque fue totalmente exonerado en enero, había pedido tiempo para reflexionar.
Según el analista conservador Gordon, el motivo que ha alegado para retirarse de las Fuerzas Armadas y no aspirar al cargo es una razón "digna", pero no le quedaba otra opción.
Para un general de su experiencia asumir el cargo de la OTAN "era un paso natural", sin embargo, consideró que si durante el proceso de nominación hubiera surgido el asunto de los correos electrónicos, "hubiera sido una vergüenza para el general y habría arrojado dudas sobre su carácter para estar en ese puesto".DE EFE

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