El Ministerio de Salud Pública atribuyó un brote de diarrea que afectó a un grupo de reclusos de la cárcel de La Victoria, al consumo de aguas contaminadas, y negó que se trate de cólera.
La entidad emitió un comunicado, en el que indica que el brote ha sido controlado y que “se presentó los días 24, 25 de diciembre y 1 de enero en el área denominada Los Galpones”.
La Dirección General de Salud Ambiental del Ministerio informó que la contaminación se produjo al romperse las tuberías de aguas residuales abiertas y otra tubería de agua potable.
Dijo que también se determinó que el centro penitenciario no está dando el adecuado mantenimiento a los sistemas de cloración que le instaló el Ministerio de Salud a finales del año 2012.
El director de Salud Ambiental, Luis Emilio Roa, informó que algunas muestras analizadas reportan amebiasis y parasitosis y descartó que se trate de cólera como se ha dicho.
Dijo que inmediatamente la Dirección de Salud Ambiental y la Dirección de Emergencias y Desastre fueron informadas de los casos, se presentaron al penal en apoyo a la Dirección de Salud del Área III, tomando las medidas correctivas de lugar.
La entidad no explica la cantidad de reos afectados ni las condiciones en que se encuentran.
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