El uso de fuentes fluviales, como ríos y norias, son las principales vías de contaminación del cólera y otras enfermedades que hay actualmente en el país, según estudios realizados por epidemiólogos, mientras los casos de pacientes con síntomas de diarrea continúan presentándose en barrios marginados.
En tanto, el Departamento de Salud Ambiental del Ministerio de Salud Pública ha iniciado la incautación de jugos de fabricación manual que se venden en las calles, y llama a la población a no consumirlos porque no hay constancia de la calidad del agua que se usa ni de la higiene de los recipientes en que se echan.
Ayer el hospital Luis Eduardo Aybar tenía ingresados 13 niños y siete adultos, mientras en el Santo Socorro había seis niños con diarrea. En tanto, La Ciénega, Los Guandules, El Aguacate de La Puya de Arroyo Hondo y otros sectores ubicados a orillas de ríos y cañadas, continúan aportando la mayor cantidad de casos, así como barrios empobrecidos de San Pedro de Macorís, Santiago, Elías Piña y San Juan de la Maguana.
Salud Pública informó que intensifica acciones preventivas en barrios más vulnerables y mayores controles en el uso de afluentes, debido a que son las principales fuentes de contaminación identificadas por epidemiólogos que trabajan en la búsqueda activa de casos sospechosos. El tema fue discutido ayer durante la reunión semanal de la Mesa de Situación Comisión Nacional de Cólera, en la que participan dependencias del Ministerio de Salud, la Oficina Panamericana de la Salud (OPS), el Centro de Control de Enfermedades, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y el Centro de Operaciones de Emergencias, entre otras.
Salud Pública informó que se trabaja en las comunidades ofreciendo charlas y foros comunitarios en los lugares donde han surgido brotes, en la mejoría de acceso a agua potable segura y servicios de saneamiento básico, así como en la vigilancia activa. El director de Salud Ambiental, Luis Emilio Feliz Roa, reconoció ayer que pese a los esfuerzos resulta difícil controlar la venta y compra de comida en vías públicas.
Dijo que aunque se han capacitado a 2,700 vendedores y se les han entregado ropas, guantes y gorras, se hace difícil porque cuando se capacita o retira uno, surgen tres y cuatro más en ese lugar. No obstante, aseguró que se realiza un operativo de decomiso de alimentos, sobre todo de jugos que se preparan manualmente, debido a que no hay constancia de la calidad del agua usada, cómo se manipulan y la higiene de los envases en que se preparan.
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