SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Doña Ángela Amparo lleva cuatro años llorando por su hijo Omar Rojas Amparo, quien abordó un avión en el aeropuerto del Cibao, el pasado 15 de diciembre del 2008, sin que hasta el momento, cuatro años después, sepa cuál fue su suerte.
La situación de Ángela es común en los familiares de los diez pasajeros que viajaban en el avión que “desapareció” cuatro años atrás, sin supuestamente dejar rastro alguno que pueda identificar si aterrizó o se accidentó en algún lugar.
Mientras tanto aun están a la espera de que las autoridades dominicanas esclarezcan si sus parientes se encuentran con vida con están muertos.
Los familiares declararon que el caso lleva cuatro años archivado “eso se quedó así, como para que se olvide”.
Indicaron que han tenido que gastar miles de pesos en investigadores privados, “ya que la justicia dominicana no funciona”
“¿Pero cómo se va uno a olvidar del caso, si uno no sabe si se murieron o si están vivos en algún lugar? Esta es una incertidumbre demasiado grande, no hay un día del mundo que no lloremos por las ausencias, no tenemos vida”, expresó Ángela Amparo.
Dijo además que las autoridades dominicanas han querido hacer creer a la opinión pública que ellos han tenido comunicación con sus parientes, “Pero eso no es verdad, si eso fuera así no estaríamos aquí rogando por que se reabra el caso”.
Los familiares explicaron que han agotado todas las posibilidades para que el caso se esclarezca, “Hemos ido al IDAC, a la Cancillería, al aeropuerto a la Fiscalía, y ya nadie nos quiere recibir, están buscando que nos olvidemos del caso”.
Según declaró Dignora Amparo, tía de Omar Rojas Amparo, a los 15 días de sucedido el hecho la Fiscalía prohibió que se mencionara cualquier cosa relacionada con ese caso.
El piloto del avión Trilander BN2, matrícula N65LP, Adrian Jiménez, no tenía permiso de pilotear aviones ya que su licencia fue cancelada en octubre del 2006.
Según informaciones Jiménez continuó volando aviones sin licencia a pesar de contar con un largo historial delictivo.
El propietario del avión Luis Pérez, narró en una entrevista a un programa de televisión dominicano en el 2010 que un “agente” le había comunicado que su avión había sido visto en Cali, Colombia, tripulado por el piloto Adrian Jiménez.
Sin embargo afirmó que pese a esto, cada vez que ubicaba la aeronave y se trasladada a ese lugar “había sido movida de lugar”.
El abogado de los familiares de los pasajeros, Remberto Pichardo explicó que tienen más de dos años solicitando la reapertura del caso, o al menos que le muestren el informe de la investigación que supuestamente llevó a cabo el Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC).
Según explicó el IDAC se negó a entregar dicho informe por lo que procedieron llevar el caso al Tribunal Superior Administrativo donde le dieron la razón al IDAC y rechazaron el recurso de amparo de los familiares.
Por lo que el caso fue llevado a la Suprema Corte de Justicia donde también fallaron a favor del IDAC alegando que no se podían entregar datos personales de una investigación.
El abogado explicó que el caso fue llevado luego al Tribunal Constitucional donde a casi un año de depositar los documentos correspondientes aun no se ha fijado la fecha para la audiencia.
Mientras tanto los familiares se quejan por la poca atención que les han puesto las autoridades. Indicaron que han tenido que gastar miles de pesos en investigadores privados, “ya que la justicia dominicana no funciona”.
Piiden al presidente Danilo Medina “que haga lo que nunca se ha hecho” y reabra el caso hasta que se determine si sus familiares están vivos o muertos.
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