Dajabón. El sacerdote Regino Martínez, dijo hoy que algunos comunicadores, “prejuiciados”, le echan leña al fuego, “enchinchando”, para que prevalezca el antihaitianismo en la frontera y no la fraternidad humana.
“Es por eso que decimos, no podemos quedarnos en lo folklórico de los cartones de huevos rotos tirados sobre el puente internacional del rio Masacre. En todo esto hay algo que no se ve. Y como tal me parece, que Juan Bosch decía,…en política lo que no se ve puede ser más importante que lo que se ve”, insistió.
Agregó que no es con acciones puntuales, individualizadas y personales que crecerán las relaciones bilaterales y comerciales con Haití.
Negociación. Precisó que no entiende cómo es que se prefiere enviar una Comisión de ministros a negociar con autoridades de Haití y no se usan los mecanismos diplomáticos comerciales acordados por ambas autoridades competentes en el marco de la legalidad como naciones independientes.
Martínez, quien es el director de Solidaridad Fronteriza, observó que no se pueden analizar las relaciones dominico-haitianas a partir de los últimos acontecimientos.
“Lo último que ha pasado es resultado de una experiencia vivida desde 1804 y 1844. Venimos arrastrando asuntos pendientes, que nos impiden crecer como naciones independientes. No hemos asumido, por incomprensible que parezca, que vivimos en una isla. Un matrimonio sin divorcio, dice y repite un expresidente. Que necesariamente tenemos que contar el uno con el otro. Mutuamente. Lo hemos dicho, lo sabemos; pero no queremos, cuántos nos duele reconocer que nos necesitamos mutuamente”, sostuvo.
Segundo socio comercial. Explicó que Haití es el segundo socio comercial de la República Dominicana, después de Estados Unidos, al tiempo que consideró que todavía no se tiene una “zona fronteriza de libre de comercio”.
“Aunque parezca ilógico, no tenemos una ley de frontera y carecemos de un “marco jurídico fronterizo”, indicó el sacerdote, defensor de los derechos de los inmigrantes haitianos en el país.
No se ponen de acuerdo. De igual manera expuso que los funcionarios de República Dominicana y de Haití no se entienden, y cree que la comunicación no es la mejor, porque unos dicen una cosa y se entiende otra.
“Unos dicen una cosa ahora y después dicen otra. Ambos se ponen de acuerdo y después no se ejecuta institucionalmente lo que se acuerda”, agregó.
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