González sostuvo que fueron presentadas las pruebas del Ministerio Público y dijo que esos “famosos medios probatorios” no son más que juegos o artefactos deportivos, todos registrados.
“Las escopetas están todas legales en Interior y Policía, y las licencias estaban registradas. Estos documentos se les habían entregado a la magistrada que lleva el caso, pero ésta los excluyó para no mostrarlos”, precisó el abogado de la defensa.
De igual modo, el jurista denunció que los tres fiscales que participaron en el allanamiento se contradicen, ya que "uno dice que llegaron juntos, otro que llegó solo y otro dice que llegó al lugar en su vehículo". Los magistrados confesaron que cuando arribaron ya los policías tenía más de una hora en el lugar.
Declaró que el capitán Gerson Acosta (quien encabezó el allanamiento) admitió que le entregaron un beeper, dos días antes del allanamiento, que le permitía tener acceso al lugar y abrir todas las puertas del complejo.
González informó que en los videos que se tienen del día del allanamiento, “se ve” cuando los agentes introducen dos armas de fuego a la casa de Peter Druker, las que, posteriormente, fueron presentadas como pruebas de tenencia de armas ilegales.
“En la mayoría de las cajas fuertes que fueron incautadas habían joyas y oro. En una de ellas, la de un colegio privado aprobado por el Ministerio de Educación, se encontraban 180 mil euros; la magistrada lo reconoce pero dice que no puede decir quien se lo llevó”, denunció el abogado.
De igual modo, el jurista señaló que en la casa de la alemana Isabel Dittrich, para la cual no había orden de allanamiento, la Policía se llevó una caja con más de 250 mil dólares. Sostuvo que declaraciones de los mismos policías indican que hubo una repartición de dinero.
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