El presidente Danilo Medina, acompañado de su esposa Cándida Montilla y unos 20 funcionarios civiles y militares del Gobierno, llegó a las 10:00 de la mañana de hoy a la Basílica de Higüey para participar en las actividades centrales que se celebran aquí en honor a la Virgen de La Altagracia.
Durante la homilía de una misa solemne que oficia el obispo de la Diócesis de La Altagracia, monseñor Nicanor Peña Rodríguez, éste describió que el país vive circunstancias y tiempos difíciles, como pocas veces se ha visto en toda su historia.
Según el prelado, el desempleo es muy alto y la falta de vivienda y seguridad ciudadana afectan gravemente a la población dominicana. “Hay violencia en el seno de la familia y en los distintos niveles de la sociedad, por eso la Iglesia debe reflejar cada vez más su verdadero rostro como lugar en el que Dios se acerca y se encuentra con los hombres”.
En este sentido, el obispo Peña Rodríguez sugirió a las autoridades y al pueblo presente que debe abrir los brazos y acoger a todos los dominicanos, principalmente a los pobres, los desamparados y los enfermos que son víctimas del egoísmo y las desigualdades sociales tan profundamente marcadas.
En otro orden, el prelado destacó los esfuerzos que realiza la Iglesia y otros sectores de la sociedad para reconstruir la integridad de muchas familias dominicanos que se encuentran afectadas por mensajes y orientaciones equivocadas que reciben a través de los medios de comunicación.
Añadió que el país tiene necesidad del testimonio de padres e hijos y de la unidad de la familia, pero también del trabajo transparente de las autoridades del Gobierno, especialmente a favor de la gente más indefensa y necesitada.
Mientras que la Oficina de Prensa de la Presidencia informó que luego de la misa el presidente Medina visitará algunas familias de Higüey y que participará de un almuerzo que le ofrecerá la Diócesis en la residencia del obispo.
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