La tormenta de nieve y hielo que dejó más de un millón de personas sin electricidad ha pasado pero sus secuelas, según previsiones, durarán varios días mientras cuadrillas intentan restablecer la energía. La falta de electricidad afecta principalmente un solo estado, Pensilvania, donde el servicio podría ser restablecido hasta el fin de semana.
Un funcionario de Pensilvania comparó el miércoles los daños con los que se esperarían de un huracán. La segunda tormenta invernal de la semana en el noreste dejó más de 30 centímetros de nieve en algunos estados, obligó el cierre de escuelas, empresas y oficinas de gobierno, paralizó el tránsito aéreo y causó derrapes de vehículos y camiones en carreteras y autopistas resbalosas.
Una característica sobresaliente de esta tormenta fue la gruesa capa de hielo que cubrió árboles y cables de electricidad. La caída de cables por el peso del hielo causó la interrupción del suministro de energía.DE AP
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