
El cadáver del menor fue encontrado tirado en las aguas de un riachuelo de la comunidad de Zafarraya, en Moca. El mismo no presenta signos de violencia.
Se informó que el cadáver fue trasladado al Instituto de Patología Forense de Santiago para los fines correspondientes.
Trascendió que el menor, quien residía en la misma comunidad donde fue encontrado, padecía de epilepsia, sin embargo, estudiaba como cualquier joven de su edad.
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