El economista Jaime Aristy Escuder consideró este sábado que construir 100 empresas en la frontera haitiana sería más factible para ese país y República Dominicana que erigir un muro, como lo propusiera el diputado Vinicio Castillo Semán mediante un proyecto de ley.
Aristy Escuder explicó que desde el punto de vista del mercado laboral, la entrada de los haitianos aumenta la incidencia de la pobreza en el país, porque toman las plazas de empleo que le tocarían a los dominicanos y a salarios menores.
De igual modo, señaló que la entrada de los haitianos tiene un impacto negativo en las finanzas públicas, porque se ha establecido que los pobres reciben transferencias de parte del Gobierno, en beneficios como educación y salud pública, situación que se repite con los haitianos, ya que ostentan las mismas condiciones de pobreza.
“Se ha demostrado que los más pobre son los receptores netos porque pagan menos impuestos que los beneficios que reciben... pues entonces también son receptores los haitianos, hecho que tiende a empeorar la distribución de esos recursos”, precisó.
El experto financiero destacó, asimismo, que la inmigración haitiana tiene un impacto positivo en el sector empresarial, porque los industriales contratan a los ciudadanos de esa nación a bajos sueldos, pero esto aumenta la desigualdad de los salarios.
Aristy Escuder manifestó que construir un muro en la frontera no sería suficiente, indicando que la Muralla China no impidió la entrada de los mongoles ni el muro de Estados Unidos la entrada de los mexicanos y otros países centroamericanos.
Por esto, Aristy Escuder sostuvo que en vez de invertir decenas de miles de millones de pesos en un muro “que lo van a saltar”, sería más conveniente construir un centenar de empresas textiles, “por ejemplo”, con esos recursos.
“Eso sería más factible en términos de calidad de vida para los haitianos... podemos emplear a 700 mil haitianos en la frontera o de forma indirecta, más de 2,5 millones de haitianos trabajando en esa zona”, arguyó.
Destacó que el nivel de bienestar que se crearía en Haití sería “extraordinario”, ya que esos ciudadanos no tendrían que venir al país buscando mejor vida, además de que esta medida daría paso al acceso del mercado norteamericano, libre de impuesto.
“Hay varios esquemas arancelarios muy favorables... vamos a poder recibir inversiones de Estados Unidos, Canada, Francia, que son los países más interesados. Si hacemos eso no darían abasto los camiones con haitianos que se devolverían a su país a trabajar en la frontera”, opinó el economista.
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