sábado, 20 de julio de 2013

MONTE PLATA Moradores de El Talao reclaman una carretera DICEN QUE VIVEN AISLADOS POR LA FALTA DE UNA VÍA QUE LOS COMUNIQUE CON OTROS PUEBLOS

  • Deterioro. El camino que utilizan los residentes en San Luis y El Talao se encuentra en total estado de abandono y las familias claman por ayuda urgente de las autoridades.
Santo Domingo
Las inclemencias del tiempo, lo alejado y solitario del camino pedregoso y polvoriento, casi intransitable, que conduce a la comunidad de Chirino, San Luis y otras localidades un tanto alejadas de la provincia Monte Plata, no impiden que a tempranas horas de la mañana la joven Jazmín Familia aborde su motocicleta con entusiasmo y se traslade a su lugar de trabajo.
Al desplazarse en su Suzuki AX 125 a diario, marcando un trayecto de unos 25 ó 35 minutos desde su casa en el sector La Altagracia hasta el ayuntamiento municipal de Chirino, dice no sentir miedo. Sin embargo, cuenta que en ocasiones ha esperado que otras personas salgan, para juntos emprender el viaje.
Al igual que la joven madre y esposa, quien ha residido siempre en esos predios, muchas otras mujeres en la zona salen de sus hogares conduciendo sus motocicletas con destino a sus lugares de labor. Según relata la señora  Juana Peguero, esa es la única vía de transporte rápida y segura con la que pueden contar. “Aquí con este camino tan malo, eso es lo único que podemos comprar”, agregó.
Cualquiera que visita el municipio podría asombrarse por la destreza y elegancia con que estas damas asumen el volante, pero para ellas esto forma parte de su cotidianidad. “Aquí todo el mundo vive independiente, nadie tiene que llevar a nadie, cada quien tiene su motor; un solo motor en la casa es un pleito”, indica Peguero.
Los niños a temprana edad también son adiestrados para conducir, pues las casas en esas comunidades, a diferencia de los sectores de la capital, se dividen por grandes bosques y árboles, donde descansan y se alimentan vacas y caballos. Los establecimientos comerciales son escasos, apenas unos sencillos colmados operan muy a distancia, y el juego de dominó es común entre muchos vecinos.
Lo que más atormenta a estos lugareños es que cuando llueve todo se torna más difícil. El camino que conduce al pueblo se interrumpe por el agua que lo inunda. En El Talao, un sector olvidado, de acuerdo a sus munícipes, se forma un lago de agua sucia que imposibilita el paso de las motocicletas y otros pocos vehículos que se asoman.
QUEJAS POR EL AGUA DE LLUVIA ESTANCADA
Muchos niños aprovechaban las turbias aguas que después de cada lluvia se acumulan por meses, para bañarse, tal si fuera un caudaloso río. El Batey y Los Mameyes, al igual que otros lugares, han quedado incomunicados luego de los intensos aguaceros de la tormenta Chantal. “La carretera es el principal problema que nos afecta, es lo que más necesitamos. Prometen y prometen y nada”, dice Mabel Brito. Se unen a este reclamo la señora Eribelta Chibillí, de 67 años, quien toda su vida la ha pasado en la comunidad El Talao. 
Cuenta que se sienten desamparados. “Nadie se acuerda de nosotros; no tenemos a donde salir. Las mujeres que trabajan tienen que arriesgarse y cruzar por estas aguas”. Los moradores se quejan de que las autoridades han realizado poco esfuerzo para tratar de corregir esta problemática que les afecta desde hace años. Creen que con unos 8 ó 10 tubos grandes se puede resolver. “Desde que orina un mime esto se llena”, señaló un señor que no quiso ser identificado. 
Reportan que en ocasiones han durado hasta quince días sin energía eléctrica, situación que también provoca que se queden sin agua potable y tengan que ir a otras comunidades a buscar o esperar que llueva para tratar de recolectar el líquido. Solicitan la construcción de una policlínica, porque cuando se enferman tardan mucho tiempo en desplazarse hacia un centro médico.

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