AP
Washington
El Departamento de Estado recurre cada vez más a Twitter y otras redes sociales en internet cuando estalla una crisis internacional, sea en Medio Oriente o en Haití, y sus diplomáticos descubren que el mundo digital les permite tener una nueva voz, una nueva actitud y una influencia distinta.
Al mismo tiempo que intenta controlar el daño causado por las filtraciones de sus documentos secretos en el sitio WikiLeaks, el Departamento usa internet para sus propios fines: elimina al intermediario —los medios periodísticos tradicionales— para conectarse directamente y en vivo con una audiencia global en medio de las crisis.
Los diplomáticos estadounidenses no son unos recién llegados a Facebook, YouTube, Flickr o Twitter, pero han aumentado su presencia en la red a medida que estas formas de comunicación tienen un papel cada vez más importante en los sucesos políticos de todo el mundo.
En los últimos días, el vocero del departamento P.J. Crowley usó mensajes de Twitter para rebatir rumores, explicar posturas tomadas por Estados Unidos, pedir calma en Haití ante la llegada del ex dictador Jean-Claude Duvalier y alentar reformas en Túnez y Líbano.
Mucho antes de dar la usual conferencia de prensa en el Departamento sobre el regreso de "Baby Doc" Duvalier a Haití y el posible retorno del presidente derrocado Jean-Bertrand Aristide, Crowley ya había declarado la postura estadounidense en Twitter.
"Estamos sorprendidos por el momento elegido para la visita de Duvalier a Haití", escribió Crowley el lunes, que era feriado nacional en Estados Unidos. "Contribuye a la imprevisibilidad en un momento de incertidumbre en el proceso electoral de Haití".
La noche del jueves, escribió sobre Aristide: "No dudamos del deseo del presidente Aristide de ayudar al pueblo de Haití, pero Haití hoy necesita concentrarse en su futuro, no en su pasado".Crowley también ha usado Twitter para responder con acidez a WikiLeaks, promover la visita a Chicago del presidente chino Hu Jintao e informar sobre una llamada de la secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton al primer ministro tunecino Mohamad Ghannouchi.
Tiene 9.717 seguidores, pero numerosos periodistas, analistas y observadores siguen sus declaraciones.
"La cifra de 'retweets' (repeticiones) que recibe en relación al número de sus seguidores es muy impresionante y muestra que casi ha dominado este medio", dijo Alec Ross, el principal asesor tecnológico de Clinton, que tiene 320.000 seguidores en Twitter.
"Lo que buscamos son retweets, que nos muestra que lo que decimos atrae atención y es transmitido a otros", dijo Crowley. "Esto significa que aumentamos nuestro alcance".
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