Roma, 4 abr (EFE).- La joven marroquí Ruby El Marough, por quien al ex primer ministro Silvio Berlusconi se le ha abierto un proceso en el que está acusado de abuso de poder e incitación a la prostitución de menores, dijo hoy ante la sede del Tribunal de Milán que los magistrados "deben escucharme, no soy una prostituta".
La joven, conocida como Ruby, que fue habitual en las fiestas en las residencias del líder conservador, aseguró a los periodistas en las escaleras del Tribunal de la capital lombarda que "para golpear a los medios de comunicación, Berlusconi me ha hecho daño a mí".
Tras leer un comunicado, Ruby dijo que nunca ha tenido relaciones sexuales a cambio de dinero "y jamás con Silvio Berlusconi", a quien los fiscales acusan de haber mantenido sexo con la joven marroquí cuando ésta era menor de edad, de ahí la imputación de "incitación de menores a la prostitución".
En el proceso abierto contra Silvio Berlusconi por el caso "Ruby", la joven asegura que no ha sido llamada a declarar y precisó que nadie quiere escuchar su verdad, "la única posible".
"Ahora me arrepiento de la tontería que hice al decir que era pariente de Mubarak", aseguró a los periodistas.
De esta manera, la joven marroquí asume ser la autora de la fantasía sobre el parentesco con el que fuera presidente de Egipto, Hosni Mubarak.
En 2010 Ruby fue llevada a una comisaría de Milán por haber cometido un pequeño robo. La acusación de "abuso de poder" contra Berlusconi se basa en la llamada que realizó el entonces primer ministro para exigir la liberación de Ruby y en la que aseguró que la chica era sobrina del entonces presidente egipcio Hosni Mubarak.
Rodeada por los periodistas, la joven marroquí afirmó que hoy ha comprendido "que hay en curso una guerra contra Berlusconi y a mí me han implicado, pero yo no quiero que mi vida sea destruida".
La chica sostuvo haber sufrido "violencia sicológica" por parte de los magistrados y, después de leer un texto escrito ante el Tribunal de Milán, aseguró que esperaba que ahora la llamasen a declarar.
En su alegato, la chica dijo que los fiscales de Milán querían que acusase al ex primer ministro y se refirió a "una actitud aparentemente amistosa que mutaba progresivamente cuando quedó claro el hecho de que no acusaría a Silvio Berlusconi".
"La culpa de mi sufrimiento es también de los magistrados que movidos por intenciones que no corresponden a valores de justicia, me han atribuido la calificación de prostituta, a pesar de haber negado siempre haber tenido relaciones sexuales de pago y sobre todo, haberla tenido con Silvio Berlusconi".
Berlusconi fue internado en un hospital hace unas semanas "por problemas oculares" y sus abogados alegaron el legítimo impedimento para aplazar las vistas ante los jueces de Milán que llevan el caso Ruby, en el que está acusado de abuso de poder y prostitución de menores. EFE
Tras leer un comunicado, Ruby dijo que nunca ha tenido relaciones sexuales a cambio de dinero "y jamás con Silvio Berlusconi", a quien los fiscales acusan de haber mantenido sexo con la joven marroquí cuando ésta era menor de edad, de ahí la imputación de "incitación de menores a la prostitución".
En el proceso abierto contra Silvio Berlusconi por el caso "Ruby", la joven asegura que no ha sido llamada a declarar y precisó que nadie quiere escuchar su verdad, "la única posible".
"Ahora me arrepiento de la tontería que hice al decir que era pariente de Mubarak", aseguró a los periodistas.
De esta manera, la joven marroquí asume ser la autora de la fantasía sobre el parentesco con el que fuera presidente de Egipto, Hosni Mubarak.
En 2010 Ruby fue llevada a una comisaría de Milán por haber cometido un pequeño robo. La acusación de "abuso de poder" contra Berlusconi se basa en la llamada que realizó el entonces primer ministro para exigir la liberación de Ruby y en la que aseguró que la chica era sobrina del entonces presidente egipcio Hosni Mubarak.
Rodeada por los periodistas, la joven marroquí afirmó que hoy ha comprendido "que hay en curso una guerra contra Berlusconi y a mí me han implicado, pero yo no quiero que mi vida sea destruida".
La chica sostuvo haber sufrido "violencia sicológica" por parte de los magistrados y, después de leer un texto escrito ante el Tribunal de Milán, aseguró que esperaba que ahora la llamasen a declarar.
En su alegato, la chica dijo que los fiscales de Milán querían que acusase al ex primer ministro y se refirió a "una actitud aparentemente amistosa que mutaba progresivamente cuando quedó claro el hecho de que no acusaría a Silvio Berlusconi".
"La culpa de mi sufrimiento es también de los magistrados que movidos por intenciones que no corresponden a valores de justicia, me han atribuido la calificación de prostituta, a pesar de haber negado siempre haber tenido relaciones sexuales de pago y sobre todo, haberla tenido con Silvio Berlusconi".
Berlusconi fue internado en un hospital hace unas semanas "por problemas oculares" y sus abogados alegaron el legítimo impedimento para aplazar las vistas ante los jueces de Milán que llevan el caso Ruby, en el que está acusado de abuso de poder y prostitución de menores. EFE
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