El ex presidente haitiano Jean Bertrand Aristide no tiene impedimento para retornar a su país cuando lo considere conveniente, porque la Constitución prohíbe el exilio político, declaró ayer durante una rueda de prensa en el Palacio Nacional el actual gobernante de la vecina República, René Préval.
Aristide, sacado del país en horas de la madrugada tras un golpe de Estado en 2004, está exiliado desde entonces en Sudáfrica.
A raíz del sorpresivo retorno del ex dictador Jean Claude Duvalier, el ex gobernante ha solicitado a las autoridades que se le permita retornar a su país.
Préval llegó al país de forma sorpresiva, alrededor de la 1:20 de la tarde, en un helicóptero propiedad del senador por San José de Ocoa y ex cónsul en Puerto Príncipe, Carlos Castillo.
Tan pronto la nave aterrizó en el helipuerto del Palacio Nacional, el mandatario y sus acompañantes, el primer ministro Jean Max Bellerive, el embajador dominicano Rubén Silié y el senador Carlos Castillo, ex cónsul en Haití, se inició una entrevista por más de tres hora con el presidente Leonel Fernández.
La sorpresiva llegada del mandatario haitiano generó las más variadas especulaciones. Pero Préval explicó que se trató de una visita al gobernante dominicano porque la situación de su país se ha complicado con la crisis postelectoral y los problemas del cólera.
Al señalar que desde 1986 todos los expresidentes haitianos se han exiliado, aunque la Constitución lo prohíbe, Préval dijo que permanecerá en Haití cualesquiera fueran los resultados del balotaje.
El gobernante está en una difícil disyuntiva con la presión de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de algunos países para que acepte la exclusión del candidato oficialista Jude Celestin del proceso electoral.
Celestin, también yerno del mandatario, fue desplazado de un segundo a un tercer lugar, al determinarse en un recuento de votos realizado por técnicos de la OEA que a quien corresponde disputar las votaciones es al cantante Michel Martelly. Los expertos hablan de fraude a favor del oficialismo.
Con relación al deseo de Aristide de regresar a Haití, el gobernante hizo la misma salvedad que con respecto al sorpresivo retorno del ex dictador Jean Claude Duvalier: “Cada persona tiene que responder ante la justicia, si tiene expediente”.
En cuanto a Duvalier, el mandatario expresó que el Gobierno hizo lo que tenía que hacer, que fue instrumentar un expediente, “y ahora falta que la Justicia haga su trabajo”. Se ha dado cuenta de que Baby Doc, quien fue detenido e interrogado por unas cuatro horas sobre desfalco al erario, tiene impedimento de salida.
El encuentro con la prensa, en la que participó y realizó la parte introductoria el presidente Fernández, tuvo sus notas hilarantes. Préval, como si hubiera sido sorprendido fuera de balance se explayó en explicaciones cuando el periodista Radhamés Gómez Pepín, director de este diario, le preguntó que si la situación de su país era tan desesperante que no le dio tiempo ponerse corbata antes de salir para República Dominicana.
Préval habló de las tradiciones árabes, africanas y hasta de los encuentros con la prensa en los que el presidente estadounidense Barack Obama se ha presentado sin corbata, para finalmente señalarle a Gómez Pepín que tampoco tenía corbata. Pero la respuesta del director de El Nacional fue que la diferencia estaba en que él no era Presidente de ningún país.
Habitualmente, Préval venía al país en helicópteros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), pero para este viaje de ayer, previsto para la noche del viernes, vino y regresó en uno del senador Carlos Castillo, ex cónsul en Puerto Príncipe.
Mediación
Acostumbrado a la mediación en conflictos supuestos o reales, el presidente Leonel Fernández intervino en la explicación de Préval en torno al caso de salir sin corbata, señalando que el problema podía solucionarse facilitándole la suya al mandatario haitiano. Pero ahí no quedó todo.
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