Seis personas perdieron la vida ayer de manera violenta en distintos puntos del país, incluyendo tres jóvenes abatidos a tiros durante un alegado enfrentamiento con una patrulla policial en la comunidad de Mata Los Indios, en Villa Mella.
El empresario Lisandro González, de 52 años, fue muerto de tres disparos por tres individuos durante un intento de asalto mientras la víctima compraba frutas en la calle Manuel de Jesús Troncoso, en el ensanche Piantini.
Los tres asaltantes atacaron a González cuando éste se despojaba de un anillo y el reloj, según dijeron a El Caribe testigos presenciales. Aparentemente los individuos vieron que la víctima, quien laboraba en la empresa Pro Piscina, estaba armado y le dispararon a quemarropa, huyendo de la escena en la motocicleta en la que andaban.
Los jóvenes muertos en Mata Los Indios fueron identificados como Angel Ezequiel Valdez, alias “La Rabia”, de 26 años, Wilfredo García de León, alias “Quico El Terrible”, de 20, y un menor cuya identidad no fue posible obtener por no portar documentación, aunque los vecinos del barrio Canaán dijeron anoche que era de origen haitiano.
Según la jefatura de la Policía, los tres hombres eran perseguidos por el asesinato del sargento Rufino Villanueva Belén, la noche del pasado martes, en el barrio Canaán, en Villa Mella. Los vecinos del lugar dijeron que “Quico El Terrible” y “La Rabia” eran “muchachos traviesos, a los cuales les gustaban las bebidas alcohólicas y correr motores”, pero no creen que fueron quienes mataron al sargento Villanueva Belén, quien también vivía en la misma vecindad.
“Ellos eran carpetosos, traviesos, pero nunca habían tenido problemas con la Policía”, dijo Juan Rivera, morador de Canaán.
En el lugar donde cayeron las víctimas la Policía dijo que encontró una escopeta y dos pistolas, armas con las cuales habrían disparado a los agentes.
Anoche, los cadáveres de los tres jóvenes permanecían en la morgue del Instituto Nacional de Patología Forense.
De su lado, la señora María Muñoz Belén, madre del policía asesinado para quitarle su arma de reglamento, dijo que se “sentía satisfecha”, porque una comisión de oficiales la visitó para comunicarles “que ya le habían dado para abajo a quienes mataron a mi hijo”.
La jefatura de la Policía dispuso ayer tarde que una comisión de la institución realice una investigación en torno a la muerte de los tres jóvenes, de quienes dijo estaban fichados por la comisión de varios robos y asaltos, así como por violar sexualmente a la señora Sonyil Katiuska Jiménez, cuya dirección no fue ofrecida a los medios de comunicación.
Otras dos muertes
Mientras, debajo del elevado de la avenida Luperón, próximo al mercado de purgas de la carretera Sánchez, fue hallado el cadáver de un hombre, de unos 35 años, muerto en circunstancias que aún no han sido establecidas. Choferes de guaguas y otras personas coinciden en señalar que el desconocido fue muerto de una pedrada en la cabeza.
En otro hecho violento, el cadáver de una mujer fue hallado ayer a escasa distancia del canal Ulises Francisco Espaillat, en la entrada de la comunidad de Guayacanal, en la provincia Santiago. La víctima fue identificada como Cecilia Espinal, de 40 años, quien residía en el barrio Bella Vista, en Santiago. Su esposo, Tobías Abréu, cree que se trató de un suicidio.
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