La jueza suplente del Segundo Juzgado de la Instrucción del Distrito Nacional rechazó ayer declarar extinguida la acción penal contra el ex coronel Lidio Arturo Nin Terrero, quien fue procesado en Estados Unidos por su vinculación con el ex capitán Quirino Paulino Castillo y deportado tan pronto cumplió una condena.
La magistrada Priscila Martínez Tineo adoptó la decisión tras rechazar una solicitud de extinción de la acción penal, presentada por el ex coronel a través de su abogado, Jaime Caonabo Terrero, por vencimiento de la duración máxima del proceso.
El 16 de enero de 2006, el ex fiscal adjunto Gustavo de los Santos Coll, coordinador del departamento de Investigaciones de Tráfico y Consumo de Drogas de la Fiscalía del Distrito Nacional, había solicitado a favor de Paulino Castillo, Nin Terrero y Tirso Cueva Nin, el archivo del expediente seguido en su contra, investigado por presunta violación a la ley 50-88, sobre droga y sustancia controlada y la ley 72-02 sobre lavado de activos.
El pasado 2 de junio Nin Terrero, quien estuvo preso desde noviembre del año 2005, acusado de complicidad con el ex capitán Paulino Castillo, llegó al país en un avión alquilado por el Servicio de Inmigración y Naturalización de Estados Unidos, junto a un grupo de 80 ex presidiarios criollos que cumplieron condenas por cargos de narcotráfico.
Antecedentes
Nin Terrero se desempeñaba como jefe de la cárcel de máxima seguridad en Azua. Al momento de su arresto, se trasladaba en la camioneta Daihatsu, junto al chofer Tirso Cuevas Nin, en cuyo vehículo transportaban los 1,387 kilos de cocaína de Santo Domingo a Santiago, y que fue interceptado el 18 de diciembre de 2004 en el kilómetro 9 de la autopista Duarte, alijo por el cual fue arrestado Paulino Castillo.
Nin Terrero declaró ser solo un pasajero y que no sabía lo que había en la camioneta de carga. Hasta el 18 de mayo de 2008, Nin nunca ha cambiado su declaración de que recibía una “bola” en esa camioneta.
En la Corte del Distrito Sur de la ciudad de Nueva York, Nin Terrero se declaró culpable en diciembre de 2007, a cambio de que se le imputara un cargo de los que habían originalmente en su contra; conspiración para distribuir, importar y exportar sustancias controladas, importación de drogas, y manufacturación para la importación de drogas con intención de importarlas.
La Cámara Penal de la Suprema Corte de Justicia ordenó su extradición y el Poder Ejecutivo dispuso su traslado a Estados Unidos mediante el decreto 617-05.
Paulino Castillo fue extraditado a Estados Unidos el 19 de febrero de 2004, bajo varios cargos de narcotráfico.
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