santo domingo El relacionista de la Policía Nacional, coronel Máximo Báez Aybar, negó que una oficial de la institución se haya negado a hablar con el jefe de esa institución, mayor general José Armando Polanco Gómez, de su presunta participación en el atentado contra el abogado y comentarista Jordi Veras.
"Queremos aclarar en relación a una supuesta falta de respeto disciplinaria de la teniente Fernando Julieta García Urbáez en presencia del jefe de la Policía. Queremos dejar sentado la falsedad de estas afirmaciones", expresó Báez Aybar.
Agregó que la oficial es investigada respecto a su supuesta participación en el caso de Jordi veras por la Dirección Central de Asuntos Internos, organismo que indaga las inconductas de los miembros de la Policía.
No obstante, Báez Aybar manifestó que toda persona investigada tiene el libre albedrío de declarar o rehusar responder. "Ahí entra en juego la capacidad del investigador que lleva el caso", aseguró.
"La gestión del mayor general José Armando Polanco Gómez no va a permitir que se quebrante la disciplina de la institución", puntualizó.
García Urbáez, asignada a la Autoridad Metropolitana de Transporte (Amet) de Santiago, habría recibido una llamada telefónica minutos antes del atentado a Jordi desde el celular de Roberto Zabala Espinosa, ex teniente policial, y uno de los autores materiales del hecho.
El "mapeo de triangulación" al número de celular de Zabala Espinosa estableció que éste hizo la llamada a la teniente García Urbáez desde el mismo sitio del hecho, unos 30 minutos antes de que se produjera.
Zabala Espinosa fue separado de la Policía en el 2007 por haber participado en la muerte de tres personas en Duquesa, en Santo Domingo Norte.
Jordi Veras fue objeto de un intento de asesinato el 2 de junio de este año, en el parqueo del canal 25 de Santiago, el cual casi le cuesta la vida, perdiendo un ojo y resultando afectado el otro.
El móvil de este acto criminal habría sido la defensa en la parte civil que hizo el joven abogado a la señora Miguelina Llaverías, ex esposa del empresario santiagués, adriano Román, quien cumple una condena de 20 años de prisión en la cárcel de Rafey, de Santiago, por ordenar la muerte de su ex esposa.
También se señala a Román como la persona que desde la cárcel ordenó el asesinato del joven abogado, hijo del abogado Negro Veras. En la década de los 70, Negro Veras defendió a Miguelina Llaverías ante los tribunales por los abusos físicos que su ex esposo cometía contra ella.
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