Son tres fundamentalmente: La geotérmica, la gravitoria, que incluye fuerza de las mareas y la solar
Ya no hay marcha atrás en el desarrollo de energías alternativas que sustituyan a las que tanto daño causan al planeta. Naciones Unidas ha querido dejar patente de esta urgencia y ha proclamado este nuevo año como ‘Año Internacional de la Energía Sostenible para Todos’.
Desde que comenzara la era industrial, el ser humano no ha dejado de crear inventos para potenciar un desarrollo que se ha hecho imparable hasta la época actual.
Como contraposición a esta sociedad del bienestar, han sido esquilmadas materias primas de la naturaleza, entre ellas las materias fósiles que han protagonizado el devenir de la Humanidad.
Desde hace décadas científicos y ecologistas advierten de las dramáticas consecuencias que el abuso del consumo de la energía procedente de estas materias está generando en el medioambiente, y la necesidad de que sean sustituidas por otras más limpias y seguras.
Por ello, reconociendo la importancia de la energía para el desarrollo sostenible, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el año 2012, Año Internacional de la Energía Sostenible para Todos.
A pesar del tiempo que se ha tardado en acercar posturas entre los científicos y los ecologistas en relación al calentamiento global y la necesidad de desarrollar energías alternativas, en la actualidad sus voces suenan más al unísono que nunca.
Científicos y ecologistas, cada vez más cerca
El doctor Domingo Guinea es investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España (CSIC), responsable del laboratorio de Energías renovables, Hidrógeno y Pilas Combustibles y presidente de la Fundación para la Investigación y el Desarrollo de las Energías Alternativas (FIDEAS).
El investigador explica cuáles son las fuentes más sostenibles en la actualidad para la ciencia. “Son tres fundamentalmente y solo tres. Por un lado, el calor que procede del interior de la tierra, es decir la energía geotérmica. Luego está la fuerza gravitatoria, que incluye la fuerza de las mareas, que es gravitacional y, por último, la solar y todas las que de ella se derivan”.
Guinea precisa que “tanto la geotérmica como la gravitacional están muy localizadas en determinadas zonas del planeta donde se pueden utilizar. La primera se encuentra en aquellas regiones donde hay fallos en la corteza terrestre que generan puntos calientes como es Islandia, Japón o Hawai. La energía gravitacional implica mareas altas y grandes ensenadas, como las que se encuentran en el norte de Europa, en los países bálticos y en algunas zonas del sur de Chile”.
“El sol está muy bien distribuido en todo el planeta, no así las energías que se derivan de él, como la eólica, producida por el viento. Para obtener este tipo de energía tienen que existir zonas de vientos continuos, dominantes y fuertes”, añade el científico.
El sol, astro rey y energía reina
La energía solar proporciona la mayor cantidad de energía alternativa y, como señala el doctor Guinea, su incidencia varía con respecto al ecuador:.
“Todos los mapas de energía solar prácticamente coinciden con los paralelos. En zonas de mayor intensidad, como es el Sahara, la Península Arábiga o en el altiplano andino de Chile, se alcanza un promedio en torno a 2.200 y 2.300 kilowatios por metro cuadrado al año.
La zona intermedia, donde por ejemplo se encuentra España, está en torno a 1.600 a 2.000 kilowatios. Por último, los países más al norte, como son Polonia, Alemania, norte de Estados Unidos, Canadá etc. estarían en torno a los 1.800 kilowatios por metro cuadrado al año”.
Pero el investigador señala que, aparte de esta diferencia en la cantidad de energía solar que se condensa en unas zonas u otras del planeta, existe otra cuestión fundamental a tener en cuenta y es la capacidad que ofrecen las distintas áreas geográficas a la hora de almacenar esa energía.
“Una cosa es la energía que se recibe y otra es la capacidad de almacenarla. En el paralelo 40 existe una tremenda diferencia entre el invierno y el verano, luego tiene que haber un almacenamiento en verano de cara a las necesidades del invierno.
Buscar la tecnología necesaria para cubrir esta necesidad perentoria es uno de los objetivos prioritarios de la ciencia, según Guinea, quien asegura que “en la actualidad estamos trabajando sobre ello y hay posibilidades radicalmente baratas de desalinización a corto plazo”.
La tarea más urgente subraya Domingo Guinea es la de “considerar la energía y el agua como un servicio público más que como una fuente de beneficios. En el momento que se deje utilizar únicamente como beneficio por los suministradores, habrá una posibilidad clara de autosuficiencia en una gran parte del planeta”.
El doctor Guinea argumenta que estas energías sostenibles ya las utilizaban nuestros antepasados con bastante más sentido común, sin necesidad de desperdiciar la energía procedente de materiales fósiles, como la electricidad. “Hemos sido ricos y como ricos hemos despilfarrado y seguimos despilfarrando todo lo que podemos”.
Los ecologistas denuncian intereses de multinacionales
Javier González es portavoz del Área de Energías de Ecologistas en Acción y explica cuáles son los impedimentos que existen en el desarrollo de estas energías sostenibles:.
“El mayor impedimento de este tipo de energías es que se pueden generar a muy pequeña escala, por lo tanto se puede diversificar mucho su propiedad y eso choca frontalmente con los intereses de las grandes compañías eléctricas. En realidad son las grandes compañías energéticas las que manejan el mercado porque tienen más poder que los propios gobiernos”.
Para el portavoz de la ONG, llegará un momento en que se tenga que plantear su definitivo desarrollo, ya que, como señala, “el cambio climático es un problema que está ahí aunque se intente ocultar.
Para luchar contra él van a ser imprescindibles las energías renovables y si, además, aprovechamos la oportunidad que nos da, va a dinamizar muchísimo la economía porque éstas ocupan mucha más gente para la misma unidad de energía producida, lo que significa muchos más puesto de trabajo y genera muchos beneficios para pequeñas empresas de forma descentralizada. Todo son ventajas a nivel económico, ambiental y social”.
El ecologista concluye comentando que “nuestra labor es favorecer las energías renovables, denunciar e impedir, en la medida de lo posible, que se instalen otros tipos de energías y pedir el cierre de centrales nucleares. Esa es nuestra forma de trabajar. Hemos conseguido evitar la instalación de muchas centrales y vamos a permanecer en esa lucha".
Desde que comenzara la era industrial, el ser humano no ha dejado de crear inventos para potenciar un desarrollo que se ha hecho imparable hasta la época actual.
Como contraposición a esta sociedad del bienestar, han sido esquilmadas materias primas de la naturaleza, entre ellas las materias fósiles que han protagonizado el devenir de la Humanidad.
Desde hace décadas científicos y ecologistas advierten de las dramáticas consecuencias que el abuso del consumo de la energía procedente de estas materias está generando en el medioambiente, y la necesidad de que sean sustituidas por otras más limpias y seguras.
Por ello, reconociendo la importancia de la energía para el desarrollo sostenible, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el año 2012, Año Internacional de la Energía Sostenible para Todos.
A pesar del tiempo que se ha tardado en acercar posturas entre los científicos y los ecologistas en relación al calentamiento global y la necesidad de desarrollar energías alternativas, en la actualidad sus voces suenan más al unísono que nunca.
Científicos y ecologistas, cada vez más cerca
El doctor Domingo Guinea es investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España (CSIC), responsable del laboratorio de Energías renovables, Hidrógeno y Pilas Combustibles y presidente de la Fundación para la Investigación y el Desarrollo de las Energías Alternativas (FIDEAS).
El investigador explica cuáles son las fuentes más sostenibles en la actualidad para la ciencia. “Son tres fundamentalmente y solo tres. Por un lado, el calor que procede del interior de la tierra, es decir la energía geotérmica. Luego está la fuerza gravitatoria, que incluye la fuerza de las mareas, que es gravitacional y, por último, la solar y todas las que de ella se derivan”.
Guinea precisa que “tanto la geotérmica como la gravitacional están muy localizadas en determinadas zonas del planeta donde se pueden utilizar. La primera se encuentra en aquellas regiones donde hay fallos en la corteza terrestre que generan puntos calientes como es Islandia, Japón o Hawai. La energía gravitacional implica mareas altas y grandes ensenadas, como las que se encuentran en el norte de Europa, en los países bálticos y en algunas zonas del sur de Chile”.
“El sol está muy bien distribuido en todo el planeta, no así las energías que se derivan de él, como la eólica, producida por el viento. Para obtener este tipo de energía tienen que existir zonas de vientos continuos, dominantes y fuertes”, añade el científico.
El sol, astro rey y energía reina
La energía solar proporciona la mayor cantidad de energía alternativa y, como señala el doctor Guinea, su incidencia varía con respecto al ecuador:.
“Todos los mapas de energía solar prácticamente coinciden con los paralelos. En zonas de mayor intensidad, como es el Sahara, la Península Arábiga o en el altiplano andino de Chile, se alcanza un promedio en torno a 2.200 y 2.300 kilowatios por metro cuadrado al año.
La zona intermedia, donde por ejemplo se encuentra España, está en torno a 1.600 a 2.000 kilowatios. Por último, los países más al norte, como son Polonia, Alemania, norte de Estados Unidos, Canadá etc. estarían en torno a los 1.800 kilowatios por metro cuadrado al año”.
Pero el investigador señala que, aparte de esta diferencia en la cantidad de energía solar que se condensa en unas zonas u otras del planeta, existe otra cuestión fundamental a tener en cuenta y es la capacidad que ofrecen las distintas áreas geográficas a la hora de almacenar esa energía.
“Una cosa es la energía que se recibe y otra es la capacidad de almacenarla. En el paralelo 40 existe una tremenda diferencia entre el invierno y el verano, luego tiene que haber un almacenamiento en verano de cara a las necesidades del invierno.
Esto implica almacenamiento a largo plazo, porque en invierno se recibe casi tres veces menos que en verano. Por el contrario, en países como Puerto Rico que se encuentra entre los paralelos 18 y16, los días de invierno y los de verano reciben prácticamente casi la misma energía, así pues, los problemas que se plantean son los de almacenamiento durante el día para las necesidades de la noche”.
El agua potable es uno de los recursos más escasos del planeta y por cuya causa mueren miles de personas al día en zonas donde la sequía tiene dos de sus consecuencias más dramáticas: el hambre y las epidemias. Buscar la tecnología necesaria para cubrir esta necesidad perentoria es uno de los objetivos prioritarios de la ciencia, según Guinea, quien asegura que “en la actualidad estamos trabajando sobre ello y hay posibilidades radicalmente baratas de desalinización a corto plazo”.
La tarea más urgente subraya Domingo Guinea es la de “considerar la energía y el agua como un servicio público más que como una fuente de beneficios. En el momento que se deje utilizar únicamente como beneficio por los suministradores, habrá una posibilidad clara de autosuficiencia en una gran parte del planeta”.
El doctor Guinea argumenta que estas energías sostenibles ya las utilizaban nuestros antepasados con bastante más sentido común, sin necesidad de desperdiciar la energía procedente de materiales fósiles, como la electricidad. “Hemos sido ricos y como ricos hemos despilfarrado y seguimos despilfarrando todo lo que podemos”.
Los ecologistas denuncian intereses de multinacionales
Javier González es portavoz del Área de Energías de Ecologistas en Acción y explica cuáles son los impedimentos que existen en el desarrollo de estas energías sostenibles:.
“El mayor impedimento de este tipo de energías es que se pueden generar a muy pequeña escala, por lo tanto se puede diversificar mucho su propiedad y eso choca frontalmente con los intereses de las grandes compañías eléctricas. En realidad son las grandes compañías energéticas las que manejan el mercado porque tienen más poder que los propios gobiernos”.
Para el portavoz de la ONG, llegará un momento en que se tenga que plantear su definitivo desarrollo, ya que, como señala, “el cambio climático es un problema que está ahí aunque se intente ocultar.
Para luchar contra él van a ser imprescindibles las energías renovables y si, además, aprovechamos la oportunidad que nos da, va a dinamizar muchísimo la economía porque éstas ocupan mucha más gente para la misma unidad de energía producida, lo que significa muchos más puesto de trabajo y genera muchos beneficios para pequeñas empresas de forma descentralizada. Todo son ventajas a nivel económico, ambiental y social”.
El ecologista concluye comentando que “nuestra labor es favorecer las energías renovables, denunciar e impedir, en la medida de lo posible, que se instalen otros tipos de energías y pedir el cierre de centrales nucleares. Esa es nuestra forma de trabajar. Hemos conseguido evitar la instalación de muchas centrales y vamos a permanecer en esa lucha".
De EFE
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