SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Amas de casa, comerciantes y empleados informales aseguran que la situación económica actual en la República Dominicana es crítica, mientras expertos lo atribuyen a la falta de costumbre de no manejarse con un presupuesto.
La población casi a una sola voz: “uno está sobreviviendo”.
Se refieren a la incongruencia entre los ingresos y los gastos; es que el presupuesto de las familias sufre variaciones constantes y cuando se escucha la posibilidad de un nuevo incremento sea la electricidad, los alimentos o cualquier otro bien o servicio, el temor se apodera de ellos.
Silvia de la Rosa, evidentemente compungida, tiene un hijo minusválido, y no cuenta con otros ingresos que los que le aportan la venta accesorios, sin embargo en todo el día solo había obtenido 50 pesos por este concepto.
Para no dejarse morir, literalmente los ciudadanos dicen recurrir a alternativas que les pueda hacer amortiguar la calamidad de la que no tienen esperanza de salir.
Intereses que profundizan su situación, sin embargo, no tienen otra opción para hacer rejuego.
Según el experto, la costumbre de manejarse con un presupuesto ayudaría bastante a tener conciencia de cuanto puede gastar. En ese tenor se expresa la directora de Pro Consumidor, Altagracia Paulino, que a pesar de los esfuerzos que hace para defender los recursos de la población, si las familias no se administran bien están condenadas a deber siempre.
Como cada año, los comerciantes informales que también resultan afectados por las bajas ventas, esperan que con la entrega del doble sueldo el flujo de efectivo mejore en el país, algo que el gobierno exhorta administren bien.
Desligados de la política, sus expresiones tienden a inclinarse en que el próximo año no solo ocurra un cambio de gobierno sea cual fuere, sino una modificación de la política económica que haga desaparecer la desigualdad social.
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