Especialistas de varias universidades de Estados Unidos realizaron ayer junto al personal médico del hospital Padre Billini, las evaluaciones de unos 300 pacientes, principalmente niños y adolescentes, que serán sometidos a distintas cirugías para corregir deformaciones como labios leporino, paladar hendido, contracciones por quemaduras, injertos de piel, tumores de piel y reconstrucción de orejas (pabellón auricular), entre otras especialidades.
Con la esperanza de benefi ciarse de esta jornada médica gratis, única en su clase en el país, desde la noche del pasado sábado cientos de familias pobres, procedentes de distintas ciudades y zonas remotas, amanecieron a la intemperie, abrigando con mantas y sábanas a sus hijos afectados.
“Yo vine de Neyba y llegué aquí a las 12:00 de la noche, porque quiero que los médicos le arreglen los labios rajados a mi hijita”, dijo Matilde Medrano, una humilde mujer que vive en la Loma de Panso, cerca de Villa Jaragua.
Como ella, más de mil personas se aglomeraron frente al Padre Billini, uno de los hospitales más antiguos de la capital y que fue remodelado y modernizado hace apenas una semana, buscando alguna solución a problemas de salud de sus hijos.
“Es mi única esperanza, yo no podría costear la reconstrucción de la oreja y la piel de la cabeza de mi hijo”, dijo con cara triste Yanilda García, madre de Jesús García Ramírez, un adolesente que perdió la oreja izquierda y parte de la piel del cráneo en un accidente de tránsito.
Mientras, Geraldino E. Matos, afectado por una neurofi bromatosis congénita que le ha deformado la cara y la cabeza, dijo que los médicos le prometieron el año pasado que podría ser operado esta vez para mejorar su aspecto.
“Es duro vivir así, con una enfermedad que poco a poco te va deformando, pero gracias a Dios que existen estos médicos humanistas y generosos”.
Comienzan hoy
Las cirugías en esta Vigésima Jornada Dominico-Americana de Cirugía Plástica y Reconstructiva, en el Padre Billini, comienzan a partir de las primeras horas de hoy lunes hasta el 17 de este mes de febrero, periodo en que serán intervenidas unas 250 personas, informó el doctor Miguel Cotes, presidente de la Fundación Renacer Dominicana.
Las cirugías en esta Vigésima Jornada Dominico-Americana de Cirugía Plástica y Reconstructiva, en el Padre Billini, comienzan a partir de las primeras horas de hoy lunes hasta el 17 de este mes de febrero, periodo en que serán intervenidas unas 250 personas, informó el doctor Miguel Cotes, presidente de la Fundación Renacer Dominicana.
Los especialistas norteamericanos, dirigidos por el doctor Tom Geraldy, pertenecen a las universidades de Kansas, Missouri, Chicago, Michigan, Arkansas y California, mientras que el equipo dominicano es coordinado por Cotes, presidente de Renacer, y los doctores Brunilda Pichardo y Emilio Jiménez.
La jornada se realiza desde hace 28 años en el país con la coloboración de voluntarios del Cuerpo de Paz, pero en el Padre Billini, con el apoyo de las Hermanas Mercedarias, que llevan 102 años de servicio en ese hospital, y la Fundación Renacer, se inciaron hace 20 años.
En ese tiempo se han realizado 8 mil cirugías (4 mil pacientes con hendiduras) y, además, 20 mil personas han sido tratadas clinicamente por especialistas en reconstrucción de paladar hendido en cirigías menores. Se han realizado cientos de cirugías por deformidad de manos y pies, contracturas de manos y pies, contractura por quemaduras e injertos de piel, entre otras.
Durante la jornada sólo pueden realizarse entre 250 y 260 cirugías por razones de tiempo y personal, pese a que asistieron más de mil personas con malformaciones congénitas, quemaduras, y otro tipo de trastornos adquiridos por traumas que producen alguna deformidad en el cuerpo, el rostro o las extremidades.
MUCHOS EVALUADOS QUEDARÁN PENDIENTES
Muchos fueron evaluados y sus casos quedaron pendientes para la próxima jornada, y otros que pueden ser atendidos con cirugías menores serán referidos a otros centros del Estado. El año pasado la jornada se realizó en el hospital Darío Contreras, debido a que el Padre Billini, sede de esta actividad desde 1992, estaba siendo remodelado.
La multitud que se aglomeró en la calle Santomé, de la Ciudad Colonial, frente al hospital, obligó a que las autoridades de la Autoridad Metropolitana de Transporte (Amet) desviaran el tránsito, mientras que un equipo especializado del Ejército Nacional, velaba por el orden y la seguridad del lugar.
Los pacientes eran recibidos en grupos en la primera planta por los especialistas que evaluaban cada caso y luego eran remitidos a consulta en el segundo nivel. Allí se determinaba quienes irían o no en el día de hoy a la sala de cirugía. El doctor Cotes lementó que en el hospital no hubiera espacio para albergar a todos los pacientes y dijo que por esa razón muchos esperaban en orden y pacientemente en una fila que llegaba hasta la calle.
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