miércoles, 2 de noviembre de 2011

Colesterol y corazón


SANTO DOMINGO. En días pasados, leímos que las enfermedades cardíacas son la principal causa de muerte en nuestro país. Cientos de vidas valiosas se pierden todos los años y engrosan estadísticas. Ya entrados en los 30, los que cuidamos nuestra salud comenzamos a monitorear cifras y siglas que se hacen parte de nuestra conversación cotidiana. El colesterol, los triglicéridos y las grasas son un "riesgo" a controlar cada vez que comemos.
Colesterol 101:
Si alguna vez se ha detenido a leer la etiqueta nutricional de los productos que compra y consume, se habrá dado cuenta que la grasa y el colesterol se listan aparte. De hecho, incluso los presentan en unidades de medida diferentes: la grasa va en gramos; el colesterol en miligramos.
El colesterol es una sustancia dentro del cuerpo que contribuye a la formación de muchos componentes esenciales, incluyendo la vitamina D, el ácido biliar, el estrógeno y la testosterona. Hasta este punto, muchos lectores estarán pensando: si es de los buenos, a qué se debe el show? El problema es que nuestro hígado ya fabrica todo el colesterol que necesitamos y la porción que sobra normalmente se almacena como placa en las arterias y ahí comienza el problema.
Todos los alimentos de origen animal contienen colesterol porque todos los animales tienen hígado. Los huevos, carne, pescado, lácteos y las aves son todos fuente de colesterol. Por las mismas razones, los alimentos de origen vegetal no tienen colesterol, porque las plantas no tienen hígado.
Lea la etiqueta... cuidadosamente
Cuando un producto en la etiqueta dice "no contiene colesterol", no asuma necesariamente que la comida tampoco tiene calorías o grasa. De ser así, podríamos comernos todas las galletitas de chocolate del mundo sin engordar una onza sólo con asegurarnos de que la grasa que usaron en su preparación sea de origen vegetal, porque el cacao también lo es. Verdad? Mentira y usted lo sabe.
Por razones que nadie se atreve a explicar, la mayoría de las personas piensan que porque dice "sin colesterol", tampoco tiene grasas o calorías en exceso. Toda esa grasa (mayormente saturada), entra a nuestro cuerpo, se queda en las arterias y dispara los niveles de colesterol... y el peso.
Qué significan los números:
Colesterol total: Este número se refiere a la cantidad de colesterol que circula en la sangre y que relaciona directamente con la cantidad de placa depositada en las arterias. Es además, la combinación de dos tipos de colesterol: el HDL (también llamado "el bueno") y el LDL (el "malo"). Un nivel de colesterol total menor de 200 mg/dl se considera deseable. Aprenda a distinguirlos y reconocerlos, porque en la medida que se haga mayor, el LDL y el HDL serán sus amigos de confianza.
HDL: El amiguito bueno ayuda al cuerpo a eliminar el colesterol en la sangre. Por lo tanto, mientras mayor sea el nivel de HDL, mejor todavía. Debe preocuparse si sus niveles en este tipo caen por debajo de 40mg/dl.
LDL: El amiguito malo ayuda a que el colesterol construya en las paredes de las arterias; en consencuencia, a mayor nivel de LDL, más razón para temer problemas cardíacos. Un nivel óptimo de LDL debe caer por debajo de los 100mg/dl
Necesidad de pruebas periódicas
Le llegó la hora de hacerse el chequeo del colesterol y los números salieron un poco altos. Si bien tiene razones para tomar acción, no debe comenzar a redactar el testamento.
La mayoría de las personas tienen la facultad de disminuir esos números haciendo ajustes necesarios en su dieta, limitando las grasas, aumentando el consumo de alimentos ricos en fibra soluble, perdiendo algo de peso y ejercitándose más.
En otros casos, puede necesitar la ayuda de algún medicamento que le indicará su especialista.
Aquí debemos indicar que algunas personas nacen con una predisposición genética al colesterol elevado, por lo que necesiten la ayuda de medicamentos aunque los vea cumpliendo con todo lo anterior.
Las pruebas de colesterol en sangre deben hacerse periódicamente y siempre monitoreadas por un especialista. En estos asuntos, leer las etiquetas y comer sabiamente pueden ser parte de la solución.DE.DIARIO LIBRE.COM

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