martes, 18 de octubre de 2011

Ejército refuerza controles militares en zona fronteriza

Operativos. A la frontera fueron enviados otros 78 militares para fines de entrenamiento y fueron apostados en varios puestos.
Mao, Valverde

El Ejército Nacional estableció mayores controles en la frontera domínico-haitiana del noroeste para controlar el tráfico de drogas, de inmigrantes indocumentados, armas de fuego, robos de vehículos y animales, informaron ayer fuentes castrenses.

Sin embargo, líderes comunitarios denunciaron que pese a la medida, el tráfico de inmigrantes haitianos indocumentados sigue aumentando.

El general Abrahán Luna Rodríguez, comandante de la Cuarta Brigada del Ejército en la franja fronteriza y el noroeste, dijo que el reforzamiento de las acciones ha encontrado buenos resultados. Manifestó que los militares enviados a la frontera han ejecutado operativos relámpago y que han ocupado armas de fuego, mercancías y, además, han detenido personas, aunque no dijo si los arrestados son inmigrantes o imputados.

El alto oficial militar dijo que adicional a los soldados establecidos en la frontera, fueron enviados otros 78 militares para fines de entrenamiento.

Luna Rodríguez sostuvo que aunque forman parte de una misión de entrenamiento, fueron apostados en varios puestos de controles militares improvisados en la zona fronteriza, principalmente en las entradas y salidas de la provincia Dajabón, considerada la zona más vulnerable para el tráfico de personas, armas de fuego, drogas, contrabando, robos de animales y vehículos.

De su lado, el ex director de Migración en la zona norte, Sabás Burgos, dijo que hay que establecer mayores mecanismos de control en la frontera para mitigar por lo menos esa masiva inmigración de haitianos ilegales hacia territorio dominicano.

Dijo que la migración de haitianos que se da por la frontera norte, especialmente por Dajabón, es tan grave que por las calles de Santiago y otras ciudades y municipios, se ven pernoctar más de esos extranjeros que criollos.

Burgos indicó que la gran presencia de haitianos que hay en Santiago mete miedo y lo peor es, que siguen llegando más.

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