El Partido Revolucionario Dominicano tiene nuevos desafíos
El dirigente perredeísta Fafa Taveras aseguró hoy que, a pesar de la mezquindad de los procesos electorales, el país debe reconocer la sensatez de Hipólito Mejía, puesto que al reconocer los resultados electorales antepuso la paz pública a sus intereses personales.
Para muchos, la actitud de Mejía fue pasiva y condescendiente, explica Fafa, a pesar de que expuso que se "sentía indignado y ofendido por todas las violaciones a la ley en el proceso".
"En definitiva la gente quería una solución más radical, aún así, Hipólito se impuso a sobre toda esa presión y reflexionó sobre lo que debía hacer y lo que era mejor para el país", puntualizó.
Sostuvo que tras la tensión de ayer, mientras la población esperaba el discurso de Hipólito, "en el que la mayoría quería la guerra" Mejía, de forma ambigua, reiteró todas las denuncias del proceso electoral, y aceptó el resultado electoral, aunque como demócrata "no los puede aceptar de manera legítima".
Taveras resaltó el hecho de que Hipólito pensó las consecuencias de incentivar la lucha y se due de lado de la paz pública, "posiblemente guiado por la experiencia vivida con Peña Gómez en el 1994 cuando prefirió el camino de la reflexión y analizó lo que significaría hacer un llamado a huelga, el derramamiento de sangre".
Fijó la posición de Manuel Lara, un dirigente perredeísta, que tan pronto como Hipóito terminó su alocución, publicó su opinión en la que explicaba que Mejía se mostró conservador con un discurso ambiguo que además no se correspondía con las expectativa del pueblo, ya que aunque no esperaban que invitaran a una rebelión, sí tenían esperanza de llamara a la resistencia cívica "porque los resultados ofenden".
Para muchos, la actitud de Mejía fue pasiva y condescendiente, explica Fafa, a pesar de que expuso que se "sentía indignado y ofendido por todas las violaciones a la ley en el proceso".
"En definitiva la gente quería una solución más radical, aún así, Hipólito se impuso a sobre toda esa presión y reflexionó sobre lo que debía hacer y lo que era mejor para el país", puntualizó.
Sostuvo que tras la tensión de ayer, mientras la población esperaba el discurso de Hipólito, "en el que la mayoría quería la guerra" Mejía, de forma ambigua, reiteró todas las denuncias del proceso electoral, y aceptó el resultado electoral, aunque como demócrata "no los puede aceptar de manera legítima".
Taveras resaltó el hecho de que Hipólito pensó las consecuencias de incentivar la lucha y se due de lado de la paz pública, "posiblemente guiado por la experiencia vivida con Peña Gómez en el 1994 cuando prefirió el camino de la reflexión y analizó lo que significaría hacer un llamado a huelga, el derramamiento de sangre".
Fijó la posición de Manuel Lara, un dirigente perredeísta, que tan pronto como Hipóito terminó su alocución, publicó su opinión en la que explicaba que Mejía se mostró conservador con un discurso ambiguo que además no se correspondía con las expectativa del pueblo, ya que aunque no esperaban que invitaran a una rebelión, sí tenían esperanza de llamara a la resistencia cívica "porque los resultados ofenden".
No hay comentarios:
Publicar un comentario