Reconoció que la estranguló antes de proceder a descuartizar el cuerpo
Bruselas (Bélgica).- El cuerpo descuartizado de Diana Farkas, una niña de cuatro años desaparecida desde el lunes, ha sido encontrado hoy en el congelador del domicilio de su madre, en la localidad de Chatelineu, en el sur de Bélgica, según anunció la policía federal.
La madre, Juliana Santana Duran, ha reconocido haber estrangulado a la pequeña antes de proceder a descuartizar el cuerpo y guardarlo en bolsas dentro del congelador, aunque no ha explicado los motivos que le llevaron a cometer el brutal acto, informó en rueda de prensa el fiscal Pierre Magnien.
Los hechos ocurrieron en la madrugada del domingo al lunes, pocas horas antes de que la escuela a la que asistía la pequeña diera la alarma después de que esta no se hubiera presentado.
Durante el primer registro del domicilio de la madre, llevado a cabo el martes, la policía encontró en una lavadora ropa ensangrentada perteneciente a la niña y a una persona adulta.
Aunque los investigadores abrieron los cajones del congelador, no vieron los restos de la pequeña, que habían sido disimulados detrás de varias bolsas de alimentos, indicó el fiscal.
La policía aún no ha encontrado el arma que sirvió para descuartizar a la pequeña, supuestamente un cuchillo.
La madre de Diana comparecerá esta tarde ante el juez de instrucción, que previsiblemente dictará una orden de detención contra ella.
Las distintas versiones sobre los hechos facilitadas por la madre la habían convertido en la principal sospechosa y habían motivado que permaneciera retenida desde el lunes, a pesar de no haber sido acusada formalmente ni haber sido dictada contra ella ninguna orden de arresto.
En un primer momento, la madre declaró haber dejado a la niña el lunes por la mañana en la escuela, situada en Gerpinnes, sin saber que ese día la clase se había trasladado excepcionalmente a otro lugar.
Sin embargo, después cambió de versión y dijo que la niña había desaparecido de su coche, aparcado en un supermercado del municipio de Chatelineau, en una zona próxima a la ciudad de Charleroi, mientras ella se ausentó un momento para hacer la compra.
La madre, Juliana Santana Duran, ha reconocido haber estrangulado a la pequeña antes de proceder a descuartizar el cuerpo y guardarlo en bolsas dentro del congelador, aunque no ha explicado los motivos que le llevaron a cometer el brutal acto, informó en rueda de prensa el fiscal Pierre Magnien.
Los hechos ocurrieron en la madrugada del domingo al lunes, pocas horas antes de que la escuela a la que asistía la pequeña diera la alarma después de que esta no se hubiera presentado.
Durante el primer registro del domicilio de la madre, llevado a cabo el martes, la policía encontró en una lavadora ropa ensangrentada perteneciente a la niña y a una persona adulta.
Aunque los investigadores abrieron los cajones del congelador, no vieron los restos de la pequeña, que habían sido disimulados detrás de varias bolsas de alimentos, indicó el fiscal.
La policía aún no ha encontrado el arma que sirvió para descuartizar a la pequeña, supuestamente un cuchillo.
La madre de Diana comparecerá esta tarde ante el juez de instrucción, que previsiblemente dictará una orden de detención contra ella.
Las distintas versiones sobre los hechos facilitadas por la madre la habían convertido en la principal sospechosa y habían motivado que permaneciera retenida desde el lunes, a pesar de no haber sido acusada formalmente ni haber sido dictada contra ella ninguna orden de arresto.
En un primer momento, la madre declaró haber dejado a la niña el lunes por la mañana en la escuela, situada en Gerpinnes, sin saber que ese día la clase se había trasladado excepcionalmente a otro lugar.
Sin embargo, después cambió de versión y dijo que la niña había desaparecido de su coche, aparcado en un supermercado del municipio de Chatelineau, en una zona próxima a la ciudad de Charleroi, mientras ella se ausentó un momento para hacer la compra.
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