Johannesburgo, 31 may (EFE).- El coronel libio, Muamar al Gadafi, confirmó ayer al presidente sudafricano, Jacob Zuma, que no está dispuesto a dejar Libia, pero que acepta una alto el fuego y establecer negociaciones para poner fin al conflicto que vive el país.
En un comunicado difundido hoy, la Presidencia sudafricana recalca que, en la reunión mantenida ayer en Trípoli entre Zuma y Gadafi, este último "reiteró su acuerdo con un alto el fuego y un diálogo entre el pueblo libio para encontrar una solución política al conflicto".
La postura de Gadafi, que ya hace más de un mes había aceptado negociar pero no abandonar el poder, choca con la de la OTAN y los rebeldes del Consejo Nacional Transitorio, con sede en Bengasi, que exigen su marcha para abrir cualquier tipo de diálogo.
"(Gadafi) manifestó su enfado con los bombardeos de la OTAN (sobre Libia), que han costado la vida a su hijo y nietos y que siguen causando destrucción de propiedades y acabando con vidas", agrega el escrito de la Presidencia de Sudáfrica.
En cualquier caso, según este comunicado, el gobernante libio "pidió el fin de los bombardeos para permitir un diálogo entre libios, pero recalcó que no está dispuesto a dejar el país, pese a las dificultades".
Zuma regresó hoy a Pretoria desde Trípoli, donde trató con Gadafi, en nombre de la Unión Africana (UA), como acabar con el conflicto en ese país.
"Los dos gobernantes mantuvieron una larga conversación en la residencia del líder libio en Trípoli y el presidente Zuma hará un informe sobre la visita al jefe del Comité Especial de Alto Rango de la Unión Africana para Libia, el presidente de Mauritania, Mohamed Ould Abdel Aziz", dice la nota oficial.
En el encuentro, Zuma reiteró a Gadafi el plan de paz de la Unión Africana, que ya le presentaron en abril pasado, "especialmente la necesidad de un alto el fuego de todas las partes para permitir que el diálogo político entre el pueblo libio comience", agrega la nota.
Como a principios de abril, Gadafi aceptó la hoja de ruta de la UA, pero también volvió a negarse a dejar el país, una exigencia hecha tanto por los líderes rebeldes del Consejo Nacional Transitorio, con sede en Bengasi, como por la OTAN.
La nota explica que Zuma ha realizado su viaje para ver "la destrucción causada por los bombardeos y el agravamiento de la crisis humanitaria" y agrega que le "preocupa la seguridad personal del coronel Gadafi".
Zuma, que recientemente se reunió con una representación de los rebeldes en Pretoria, hizo, según la nota, un llamamiento "a todos los líderes de Libia a ejercer una autoridad decisiva para encontrar una solución al conflicto y a poner por delante el interés del país".
"Nada más el diálogo entre todas las partes puede llevar a una solución definitiva y también reitero la petición de la UA de que la OTAN y otras partes respeten el papel de la Unión Africana en la búsqueda de una solución al problema", recalcó Zuma.
La UA se ha opuesto a la intervención militar extranjera en Libia y ha señalado que los bombardeos de la OTAN violan la resolución de la ONU que permitía el uso de la fuerza en ese país para proteger a los civiles y ha propugnado soluciones africanas para problemas africanos.
El Gobierno sudafricano también ha hecho su propia condena de la intervención de la OTAN en Libia y Zuma dijo ayer a la radiotelevisión oficial de su país, SABC, en Trípoli, que los bombardeos de la Alianza impiden llevar adelantes los planes de la UA de fomentar el diálogo para solucionar el conflicto.
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