La absolución de George Zimmerman, acusado de matar al joven negro Trayvon Martin, reabrió el debate racial y multiplicó las protestas en EEUU, mientras entidades pro derechos civiles presionaron ayer al Departamento de Justicia para que presente cargos federales contra el exvigilante de origen hispano.
El secretario de Justicia y Fiscal General de Estados Unidos, Eric Holder, afronta una decisión crucial sobre si presenta o no cargos federales en contra de Zimmerman, después de que el exvigilante de barrio fuese declarado el sábado en Florida (sureste) no culpable por un jurado que emitió su veredicto de forma unánime.
La Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color (NAACP, por su sigla en inglés), la organización de derechos civiles más antigua de EEUU, y otros grupos humanitarios presionan a Holder para que lo lleve a cabo.
En un comunicado emitido ayer por la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pidió respeto a la petición de los padres de Martin, quienes llamaron a una reflexión calmada sobre los acontecimientos después de que se desencadenaran protestas en diversas ciudades del país.
“La muerte de Trayvon Martin fue una tragedia. No sólo para su familia, o para cualquier comunidad, también para Estados Unidos”, afirmó el presidente. “Debemos preguntarnos si estamos haciendo todo lo posible para detener la ola de violencia armada que acaba con demasiadas vidas en todo el país de manera diaria. Debemos preguntarnos a nosotros mismos, como individuos y como sociedad, cómo podemos prevenir futuras tragedias como ésta. Como ciudadanos, eso es un trabajo para todos nosotros. Esa es la manera de honrar a Trayvon Martin”, concluyó.
Holder, primer afroamericano fiscal general de la nación, se enfrenta a una decisión difícil en un polémico caso que ha llamado la atención de todo el país y despertado un renovado debate sobre la discriminación racial.
El presidente de la NAACP, Ben Jealous, señaló en un comunicado que no se trata solamente de justicia por la muerte del joven afroamericano sino que “se trata del más fundamental de los derechos civiles: el derecho a la vida”.
Jealous aseguró también ayer domingo en declaraciones a la cadena CNN que, pese no haberse puesto en contacto directo con el secretario de Justicia, su asociación ya ha hablado con algunos miembros de su equipo sobre el caso. Precisamente ayer, el también líder de derechos civiles en Estados Unidos, el reverendo Jesse Jackson, exigió que el Departamento de Justicia “intervenga” y “lleve esto a otro nivel”.
Una investigación federal de derechos civiles se abrió anteriormente en el caso de Zimmerman, y el sábado un portavoz del Departamento de Justicia dijo a CNN que la agencia “continúa evaluando las pruebas”.
Tras algo más de 16 horas de intensas deliberaciones, el jurado, compuesto por seis mujeres, alcanzó el veredicto unánime de no culpable para ambos cargos y lo entregó por escrito a la jueza encargada del caso, Debra Nelson, en Florida. La absolución de Zimmerman ha provocado varias manifestaciones en distintas ciudades estadounidenses, desde Nueva York a California. Pese a que la mayoría de las manifestaciones de la madrugada del domingo fueron pacíficas, como en Los Ángeles, San Francisco o Sacramento, las protestas se tornaron violentas.DE EFE
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