viernes, 6 de agosto de 2010

Va en aumento práctica de grabarse teniendo relaciones sexuales

Nueva York — La práctica de parejas de grabarse teniendo relaciones sexuales va en aumento y cada vez son más las personalidades del espectáculo o “los más buscados” que lo hacen, como el caso reciente del capturado narcotraficante Figueroa Agosto “Junior Cápsula”.
El escándalo de “Junior Cápsula” por videos en la intimidad con varias mujeres, es un tema que repercute a nivel mundial y hasta las imágenes son vendidas en DVD de 1,50 a 2,50 dólares.

Con el auge de internet, “videos pornos” de las cantantes Noelia y Jenni Rivera, han protagonizado titulares en los medios.

Noelia se vió acosada por los medios de comunicación no sólo en Estados Unidos también a nivel internacional, cuando en el 2007 se dieron a conocer en la web imágenes explícitas con su entonces novio Yamil.

Por su parte, Rivera exigió privacidad a la prensa por respeto a familiares y fanáticos, después que se difundiera una cinta comprometedora de la intérprete.


La curiosidad de grabarse

Pero, ¿alguna vez ha sentido la curiosidad de grabarse teniendo relaciones con su pareja? ¿Forma parte esta práctica del llamado exhibicionismo?

El terapeuta sexual, Carlos Maldonado, aseguró a EL DIARIO/LA PRENSA, que: “hacer el sexo en público provoca una liberación de cortisol que para los amantes de la adrenalina pudiera ser una recompensa excelente aún sabiendo de las consecuencias de ser atrapados”.

El especialista dominicano de parejas, explicó que en este caso es importante definir el exhibicionismo como “la tendencia patológica a mostrar en público o ante personas a las cuales se toma desprevenidas, los órganos genitales”.

En los años 60 y 70, el actor estadounidense Bob Crane, protagonista de la serie “Hogan's Héroes” fue asesinado de manera misteriosa, después que grabó varios videos comprometedores con la entonces recién creada tecnología de VCR.



Luego en la década del 80, el actor estadounidense Rob Lowe escandalizó al dirigir un video manteniendo relaciones con dos jovencitas, una de ellas menor de edad.


El más vendido
A finales de los 90 se popularizó el video de la actriz de origen canadiense Pamela Anderson, junto a su pareja de entonces, el músico Tommy Lee, desnudos y disfrutando de su luna de miel en un yate, que ha sido el más vendido hasta el momento.

Tampoco podemos olvidar las famosas imágenes de Paris Hilton en “Una noche en París”, mini cortometraje íntimo de la modelo, actriz y rica heredera, grabado en una suite de hotel en la capital francesa con su ex novio el productor Rick Salomon.

La obsesión por noticias, revistas y programas de farándula, ha generado un interés por parte de la comunidad hacia esta practica, a través del cual se percibe el acto sexual como superficial y a veces hasta un producto más de consumo.

Ante esto, Maldonado define el voyeurismo como un trastorno psicosexual en el que el sujeto obtiene la excitación y el placer erótico observando clandestinamente a personas que se desvisten o están desnudas, o a parejas en actos sexuales.

Asimismo el especialista se refirió al término “dogging” que es “un eufemismo británico para referirse a la actividad sexual que se realiza en un lugar semipúblico”.

La película inglesa “Public Sex” (2009), narra las peripecias de un aspirante a periodista que trata de realizar una cinta casera que documenta el tema.

“Recordemos que una parte esencial del voyeurismo tradicional es la excitación que les supone mirar prácticas sexuales sin ser vistos. En el ‘dogging’ las personas miran y se exhiben abiertamente”, indicó Maldonado.

Conservar el placer
Para el gran sociólogo Norberto Litvinoff grabarse teniendo sexo es una manera de conservar el placer, comentó el especialista dominicano.

“El placer de la relación sexual tiende a olvidarse, entonces, ¿por qué no querer conservar un registro de ese momento? —plantea el terapeuta—. Si está bien grabar el casamiento, ¿por qué va a estar mal grabar una relación sexual?”.

El problema viene cuando esto se descuida o es dejado a propósito para que otros lo vean o peor aun cuando es fruto de una infidelidad, aquí vienen las situaciones difíciles.

“Es importante saber que todo lo que la pareja hace consciente está permitido, pero y si la otra persona no sabe que la están filmando o qué ocurre cuando esa relación se termina ¿en manos de quien queda el video?, está sería la pregunta a contestarse”.

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