El Palacio Nacional, semiderruido por la mayor catástrofe natural de la historia de Haití, y la aledaña plaza Champ de Mars, donde aún hay instaladas tiendas de campaña que dan cobijo a centenares de damnificados del terremoto, acogerán algunas de las ceremonias de mañana, a las que asistirán delegaciones de varios países.
En los jardines del Palacio y frente a su destartalada fachada se ha instalado un gran escenario con dos gradas a cada lado para que los invitados asistan al “Te Deum” que seguirá a la juramentación del nuevo presidente.
La bandera haitiana, roja y azul, engalana estas instalaciones y está también en los alrededores junto a carteles con mensajes para Martelly.
“Presidente, usted debe demostrar que tiene carácter y autoridad”, se lee en uno de ellos.
Las nuevas instalaciones contrastan con el semiderruido palacio y con el vecino campamento, uno de los cientos de puntos de Puerto Príncipe escogidos por instalarse por la población que perdió su vivienda a causa del seísmo del 12 de enero de 2010, que dejó más de 300.000 muertos y 1,5 millones de damnificados.
Desde allí Martelly se dirigirá hoy a la nación en el segundo momento del ceremonial, tras ser investido en un acto que se celebrará junto a la sede provisional del Parlamento, donde desde hace doce días cerca de sesenta operarios trabajan para construir un salón con capacidad para 600 a 700 personas.
También ayer continuaban con las labores, en las que “se ha trabajado día y noche” para tener todo listo a tiempo.
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