El obispo de Barahona, monseñor Rafael Leonidas Felipe Núñez, exhortó a las autoridades a implementar medidas para prevenir los problemas causados por las inundacionesBARAHONA.- El obispo de esta ciudad, monseñor Rafael Leonidas Felipe Núñez, definió como grave las inundaciones que están provocando los lagos Enriquillo y Azuei, al tiempo que solicitó a las autoridades buscar alternativas "antes de que nos afecte un fenómeno natural que empeore la situación."
Indicó que las aguas deterioran cada día más la carretera que une a Jimaní con Boca de Cachón, donde ambos lagos ya inundaron alrededor de medio kilómetro, complicando la circulación vehicular.
“El peligro más grave está en si viene una tormenta o una onda tropical, tenemos días de lluvias. Será un problema muy serio”, dijo.
Según afirmó, en la comunidad de Boca de Cachón hay mucha inquietud y temor por el peligro que representan las lluvias y los fenómenos naturales.
“Todo parece indicar que el Lago Enriquillo va a seguir creciendo, lo que provocará más inundaciones en toda esa zona”, señaló.
Dijo que "el Lago de Haití, ubicado cerca de Jimaní, sigue avanzando. Y a pesar de que le han puesto muro de tierra, sigue creciendo”, añadió.
"Debido a esa situación, los vehículos pequeños casi no pueden transitar por el área, por lo que esperamos que las autoridades de Obras Publicas, el Instituto Agrario Dominicano (IAD), Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (Indrhi) y Agricultura intervengan lo más pronto posible y prevean cualquier situación más grave”.
Califico el problema como uno de “gran envergadura”.
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