domingo, 23 de octubre de 2011

ENFERMEDADES DE LA PRÓSTATA Al 40% le aumenta la próstata desde los 40

EL 80% DE LOS PACIENTES QUE ACUDEN AL SERVICIO DE UROLOGÍA DEL HOSPITAL MOSCOSO PUELLO LLEGAN CON ENFERMEDADES PROSTÁTICAS AVANZADAS
Santo Domingo
Sólo cuando se vio enfermo, don José se dio cuenta cuan dichoso había sido en los casi 65 años que vivió en salud. Desde hace un tiempo empezó a presentar problemas en la próstata, para su suerte, benignos, pero desde entonces su calidad de vida cambió.
Empezó sintiendo molestias para orinar y a pesar de que sabía que los hombres deben hacerse chequeos preventivos a partir de los 40 años, reconoce que se descuidó. A sus 65, presenta problemas de hiperplasia benigna de próstata (HBP), mejor conocidos como crecimiento de la glándula prostática, lo que le ha provocado obstrucción y el uso prolongado de sondas para orinar.
  José Adón, un reconocido defensor de los derechos populares, atribuye su dejadez para acudir al médico a las mismas razones culturales que hacen que muchos dominicanos lleguen al urólogo cuando los problemas de salud están muy avanzados, y aconseja a quienes aún tienen la oportunidad de prevenir a no desaprovecharla.
 La hiperplasia benigna de la próstata, cuyas causas son asociadas mayormente a razones hormonales, afecta al 40% los hombres entre 40 y 50 años; al 50% de los mayores de 60 años y al 80% de los que tienen más de 70.
República Dominicana no escapa a esa realidad. De los 5,335 pacientes atendidos durante el período enero-septiembre de este año en el Servicio de Urología del hospital Francisco Moscoso Puello, entre el 30% y el 40% presentan hiperplasia o crecimiento benigno de la glándula prostática, que es la causa más frecuente de consulta, mientras el ocho por ciento es diagnosticado con cáncer de próstata. Otros problemas frecuentes en esa consulta son la estrechez de la uretra y las infecciones de las vías urinarias.
 El 80% de los pacientes llega al servicio con problemas de salud muy avanzados, ya que muy pocos acuden a chequeos preventivos, lo que hace más difícil el tratamiento.
 Esta realidad la conocen muy bien los urólogos Pedro Castillo Juan, jefe del Servicio de Urología del Moscoso Puello, y Geraldo Rodríguez, especialista y profesor en ese centro.
Aunque la hiperplasia es benigna, si no se trata adecuadamente  puede conllevar a cáncer, ya que están íntimamente vinculados. Esto así, explican los especialistas, porque el cáncer de próstata es un crecimiento inusual de las células y la hiperplasia también es un crecimiento irregular. De acuerdo a  estimaciones basadas en la observación que han hecho,  alrededor del 30% de los casos de hiperplasia pueden terminar en cáncer.
Consideran como muy penoso el hecho de que la calidad de vida del paciente con enfermedades urológicas s degenere considerablemente, y ponen como ejemplo la dificultad que genera a una persona el tener que usar una sonda todo el tiempo.
Síntomas
Los doctores Castillo Juan y Rodríguez explican que el crecimiento benigno de la próstata lleva a que el paciente empiece a presentar trastornos que le obligan a levantarse varias veces en la noche a orinar, que puede rondar entre las ocho y 10 veces; aumento de la frecuencia de orina durante el día; tener que pujar para empezar a orinar y un goteo muy incómodo al orinar, lo que va en detrimento de su situación laboral y física.
 “A un hombre que tiene que pararse a orinar muy frecuentemente en un trabajo eso le trae problemas, y si tiene que levantarse hasta 8 y 10 veces en la noche no puede conciliar el sueño efectivo... Ese crecimiento es lo que se conoce como hiperplasia benigna de la próstata, que trae esas consecuencias”, señala Rodríguez.
El progreso de la enfermedad puede conllevar retención urinaria, infecciones vesicales, ureterales y renales, formación de cálculos y falla renal. 
Prevención y miedo cultural
Los especialistas subrayan la necesidad de que los hombres se practiquen el chequeo preventivo a partir de los 40 años, cuando haya antecedentes de enfermedad prostática en la familia, y a partir de los 50 si no los hay. También hay médicos que sugieren que el chequeo se haga a los 35 años, aunque con menos frecuencia se han detectado casos de cáncer en hombres en la tercera década de la vida.
El miedo de los hombres al chequeo urológico es atribuido por los doctores Castillo Juan y Rodríguez a factores culturales, sobre todo al machismo y a la falta de educación sanitaria.
 Para detectar el cáncer de próstata está el tacto rectal o el examen físico, la sonografía prostática y los marcadores tumorales. El más recomendado es el físico, de acuerdo a los especialistas, porque con la introducción del dedo índice a través del canal anal el urólogo puede palpar la próstata y detectar no sólo un crecimiento benigno o un cáncer sino también una inflamación.
Tratamientos
El mejor tratamiento es la prevención. El chequeo del tacto rectal permite al médico detectar a tiempo algún crecimiento fuera de lo normal y dar inicio al tratamiento que evite su desarrollo, disminuya los síntomas  y la obstrucción. Para las enfermedades prostática existe el tratamiento con medicamentos orales y en última instancia el quirúrgico.
  Los especialistas plantean que es un error de muchos pacientes pensar que cuando se operan de la próstata es porque tienen cáncer. cuando en realidad no es así, ya que en caso de la hiperplasia se recomienda la cirugía, cuando falla el tratamiento clínico.
Con la cirugía se extirpa la parte de la próstata que está obstruyendo la uretra.
CALIDAD DE VIDA
Esta enfermedad, aunque es benigna, se convierte en una preocupante limitante para el paciente que con frecuencia evita hacer vida social por miedo a la incontinencia urinaria.
CERCA DEL 30% PUEDE REQUERIRLA
Con la cirugía se extirpa la parte de la próstata que está obstruyendo la uretra. Alrededor del 30% de los pacientes, según las observaciones de los doctores  Pedro Castillo Juan y Geraldo Rodríguez la necesita. La próstata entera se extirpa en caso de cáncer.
NEGATIVA AL CHEQUEO  
El miedo o negativa del hombre al chequeo urológico es atribuido por especialistas a factores culturales, sobre todo al machismo, y a la falta de educación sanitaria. Ven que el que tiene su pareja estable se chequea con más frecuencia que quien no la tiene.  
SEGURIDAD SOCIAL 
Los especialistas ven con preocupación que pacientes del sector público abandonan el tratamiento por sus costos. Los medicamentos  no son genéricos y no están disponibles en las farmacias del pueblo, y su uso es de largo plazo.  
ALTOS COSTOS
Un tratamiento convencional cuesta RD$2,000 mensuales. Si es quirúrgico a nivel público ronda RD$15,000 en analítica y estudios diagnósticos sin incluir la cuota de recuperación. A nivel privado está entre RD$200 y RD$500,000.  

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