jueves, 27 de octubre de 2011

Suben a 523 los muertos por el terremoto en Turquía

ERCIS, Turquía (AP).- La lluvia y la nieve dificultaban el jueves la supervivencia de miles de damnificados que perdieron sus viviendas en el terremoto de 7,2 de magnitud que devastó el este de Turquía, al tiempo que el gobierno afirmaba que el número de muertos ascendió a 523.

El centro de manejo de crisis y emergencia de la oficina del primer ministro dijo que 1.650 personas sufrieron lesiones y 185 fueron rescatadas entre los escombros.

Mientras tanto, un temblor de 5,4 de magnitud sacudió la provincia de Hakari, informó Centro de Sismología de Kandilli, provocando el pánico entre la población que abandonó los edificios a toda velocidad. No se informó de víctimas del nuevo sismo, cuyo epicentro fue localizado 150 kilómetros (90 millas) al sur de Ercis.

La madre, esposa y cuatro hijas de Murat Sonmez murieron sepultadas en su casa el día del sismo y éste ha quedado tan acongojado que ahora le cuesta pronunciar palabra.

Mientras la cobertura de los medios de comunicación se ha enfocado en las historias de los rescates inauditos, incluyendo el de una bebé de dos semanas de vida que fue salvada entre los escombros el martes, la mayoría de las historias de los atrapados han terminado en el camino que Sonmez conoce, el de la muerte y el inconmensurable dolor por la pérdida de los seres más amados.

"No estaba en casa", dice Sonmez, mientras se sume en el silencio, el miércoles. "Dios da, Dios quita. No se qué decir. No puedo describir mi dolor".

La familia de Sonmez vivía en un segundo piso. El tercero y cuarto eran ocupados por su hermano y su padre, quienes lograron escapar.

Cuadrillas de rescate salvaron el jueves a un joven de 19 años entre los escombros de un edificio desplomado desde hace cuatro días en Ercis.

Las imágenes de televisión mostraron cómo los rescatistas liberaban al adolescente que se veía exhausto. Dos profesores y un estudiante fueron rescatados el miércoles, pero los equipos que buscan sobrevivientes dijeron que las esperanzas de encontrar a alguien con vida se desvanecen rápidamente.

La caída de lluvia y la nieve dificultaban la tarea de rescate y empeoraban la situación de miles de damnificados que perdieron sus viviendas por el terremoto que causó la muerte a 523 personas y destruyó 2.200 edificios.DE.AP

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