miércoles, 6 de abril de 2011

Control del partido habría provocado nuevo tranque en el PRD

A pesar de que las comisiones designadas por Hipólito Mejía y Miguel Vargas acordaron una serie de puntos que pondrían fin a la crisis post convención que vive el Partido Revolucionario Dominicano, el candidato electo, Mejía, se habría negado a aceptar el punto que da el control del partido a Vargas hasta 2017 en lugar de hasta 2013, que es cuando vence su mandato en la presidencia de la organización.



Con esta situación, habría que volver a la mesa de negociaciones, donde ya se habían acordado los escollos de la candidatura vicepresidencial, que quedaría en manos de Mejía y, por tanto, de Luis Abinader; un porcentaje en los cargos públicos de un eventual gobierno equivalente a la proporción de votos obtenidos en las elecciones internas, lo que da un 47% de participación a Vargas; y, por último, que el candidato electo designaría el delegado ante la Junta Central Electoral.

Pero para Vargas, el punto clave es la permanencia en la dirección del partido blanco, donde actualmente controla todas las estructuras y con ello ha podido hacer valer su rechazo a los resultados y presionado para las negociaciones. Mejía habría ofrecido una extensión hasta 2014, lo que será "estudiado".

La especie de la negativa de Mejía fue filtrada por una fuente a la prensa nacional; en su argumento, el ex-presidente y candidato, plantea que un acuerdo de ese tipo sería violatorio del artículo 197 de los estatutos del PRD, que establece en cuatro años el período de ejercicio de las elecciones internas.

La figura política también es otra de las razones esgrimidas por Mejía y sus asesores, quienes entienden que darle el control a Vargas le permitiría elegir todos los candidatos para las elecciones de 2016 y podría patrocinar también una crisis similar a la actual, donde Vargas ha usado su poder interno para, entre otras acciones, expulsar a Enmanuel Esquea Guerrero de la Comisión Nacional Organizadora y controlar los organismos que podrían proclamar al candidato.

Dentro de la tendendia de Mejía hay cuadros que se niegan radicalmente a la medida, por diversas motivaciones, especialmente acusaciones de fraude y negación de candidaturas obtenidas de forma convencional en las pasadas elecciones internas del partido (2009) y en las municipales y congresuales de 2010.

Guido Gómez Mazara, uno de los hombres fuertes de Mejía, protagonizó un reclamo de fraude en su carrera por la Secretaría General del partido, donde fue derrotado por Orlando Jorge Mera, su equivalente en la tendencia de Vargas. Tony Peña Guaba también se quejó de que fue víctima de un acción similar en la lucha por la Secretaría de Organización, donde a fin de cuentas fue instalada Geanilda Vásquez, la mujer más influyente en el grupo político del que también fue elegido presidente en esa época y se perfilaba como única opción para la candidatura presidencial.

Esa garantía y concentración de poder sirvió para que Vargas desconociera la voluntad de las bases del PRD e impusiera una gran cantidad de candidatos a las elecciones de medio término, las cuales arrojaron un resultado negativo a su partido.

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