La Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (OMSA) está en dificultades económicas y no recibe las transferencias de fondos necesarios para cumplir con su cometido: transportar pasajeros en la calidad que merecen los usuarios en Santo Domingo y Santiago. Sus números están en rojo y lo peor, en medio de esta crisis, es que el dinero llega a otros sectores que operan en condiciones diferentes, con tarifas que casi triplican el que ofrece el gobierno.
Para muestra basta con referir los números de recaudaciones que registró la OMSA en 2010. La salida de autobuses por problemas mecánicos y la imposibilidad de sus autoridades de sustituirlas llevaron a una caída en los ingresos. De un promedio mensual de RD$3.4 millones en enero, la institución terminó en diciembre pasado con RD$2.4 millones, un millón por debajo de principios de año.
Según un informe estadístico de la OMSA, en enero de 2010 el promedio de autobuses fue 172, pasando a 181 en febrero, pero iniciando un descenso en marzo con 180 y luego 165 en abril. En mayo el promedio fue de 154 con una leve recuperación en junio al cerrar el mes con un promedio de 159 unidades ofreciendo el servicio.
Esta situación fue marcando la tendencia en la caída de las recaudaciones.
La falta de dinero que necesita la OMSA se suma también a la espera de 198 autobuses que sólo hacen cola para la orden o carta de crédito que le permita a la concesionaria Autozama, ganadora de la licitación abierta por el gobierno en 2007 para importar 300 autobuses Mercedes Benz para destinarlos al transporte público de pasajeros, completar el contrato pues apenas trajo 102, restándole 198 que podría llevar en un período de cuatro meses.
Pero esto no puede suceder sin que el gobierno dé la orden y la carta de crédito correspondientes.
Mientras se incrementa el déficit de asientos en el transporte público oficial, las empresas privadas, agrupadas en sindicatos, recibieron, sólo en abril de este año, RD$1,400 millones por concepto de subsidios en gasoil y bonogás, en vez de destinar esos recursos para la carta de crédito que aumentaría en 198 autobuses la flotilla de la OMSA, cuya tarifa está entre RD$10 y RD$15.
En diciembre del año pasado el director de la OMSA, Ignacio Ditrén, anunció que para abril de 2011 se recibirían los autobuses contratados, pero no fue así por la falta de la carta de crédito que necesita la concesionaria para traerlos. “Nosotros trabajamos arduamente para dar a la gente una entidad de transporte masivo que cumpla con sus funciones”, declaró Ditrén en esa oportunidad.
Concesionario
En más de una oportunidad Autozama ha destacado que los 198 autobuses permitirán a la OMSA mejorar su capacidad de transporte en cuatro millones de pasajeros adicionales al mes y servirían para completar la operación del Metro.
El subsidio a través del gasoil alcanzó los RD$549 millones, mientras una suma superior fue entregada a los transportistas privados cuyos vehículos funcionan con gas licuado de petróleo (GLP) por el bonogás.
Alrededor de 20,000 choferes fueron empadronados como beneficiarios de este subsidio, que consiste en RD$3,420 per cápita. Al proyectar esta cifra a un año, los sindicatos del transporte recibieron RD$1,400 millones, con los cuales se pudieran sustituir los autobuses dañados de la OMSA.
La crisis de autobuses que tiene la entidad estatal afecta a los pasajeros de Santiago y Santo Domingo en igual proporción.
LA REALIDAD DEL TRANSPORTE EN RD
Los estudios sobre el transporte de pasajeros en Santo Domingo y Santiago son explícitos. Uno de los mayores problemas es que el 73% de los vehículos que ofrece el servicio es de baja capacidad, ya que apenas pueden trasladar 15 pasajeros o menos.
Mientras un 30% de la flotilla traslada en promedio 30 pasajeros y sólo un 3% puede movilizar entre 45 y 55 usuarios. Los microbuses y minibuses representan el 10.5%, los autobuses de la OMSA aportan el 2.6% de las unidades, mientras que el Metro representa el 0.1% de la oferta de asiento.
De acuerdo con un informe de la Oficina Técnica de Transporte Terrestre (OTTT), que sirvió de base para un plan de desarrollo, la flota del transporte público de pasajeros tiene un promedio de 18 años de uso, lo que la convierte en vieja para ofrecer un servicio eficiente.
La contaminación que provocan estas unidades en mal estado es otro tema. El estudio cita que el transporte urbano de pasajeros es uno de los más conflictivos, especialmente en el Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo.
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