lunes, 11 de febrero de 2013

LUIS COLLADO, 13 AÑOS Un niño de padres banilejos figura entre víctimas de tormenta EEUU EL ALCALDE DE BOSTON, THOMAS MENINO, SE COMPROMETIÓ A CUBRIR LOS GASTOS DEL FUNERAL


Testimonio. Esta foto recoge los últimos minutos de vida del niño Luis Collado, tomada antes de entrar al carro de su padre, Alberto Collado, para calentarse y protegerse del frío, donde murió asfixiado de
monóxido de carbono.                                                                                                                                                    Santo Domingo
Una de las 11 víctimas registradas a la fecha a causa de la poderosa tormenta de nieve que desde el pasado viernes sufre la costa noreste de Estados Unidos es un niño de 13 años, hijo de una familia banileja residente en Boston, Massachusetts, quien murió de asfixia al inhalar monóxido de carbono dentro del carro de su padre, según informaron ayer miembros de la familia.
La muerte del menor, identificado como Luis Collado Guerrero(Bebo), se produjo próximo a la vivienda de sus padres, Alberto Collado y Tamaira Guerrero, marcada con el número 528 de la avenida Blue Hill, en Dorchester, una comunidad donde residen miles de dominicanos, en su mayoría banilejos.
El menor nació en Boston y era el único varón entre tres miembros de la familia, que incluye dos hermanas de 8 y 19 años de edad. La desgracia asomó temprano en la mañana del sábado cuando ayudaba a su padre a retirar la nieve de su vehículo, que había quedado sepultado bajo un enorme banco de nieve.
Salió bien abrigado para despejar la nieve que obstruía el espacio donde estaba estacionado el carro, y quitar la que tapaba la carrocería y los cristales.
Ante la severidad del frío, el pequeño optó entrar al carro, que ya tenía el motor encendido, para calentarse y luego regresar a las faenas con su padre, quien está incapacitado para trabajar y ahora está protegido bajo el programa de asistencia a disabilitados en el estado de Massachusetts. Su progenitor tenía encendido el motor del vehículo, ajeno a que ya el conducto de escape, o mofler, estaba obstruido por la nieve, lo que provocó una acumulación de monóxido de carbono en su interior, causante de la intoxicación y fallecimiento del menor.
 Tras conocerse de la muerte del menor, las autoridades emitieron diversas advertencias de seguridad en medio de la precipitación que desencadenó la tormenta, que arrojó hasta casi tres 3 pies de nieve y desató ráfagas de viento que dejaron sin electricidad a cientos de miles de personas.
“Tanta alegría y de pronto la vida se le esfumó lentamente, bajo el monóxido de carbono”, dijo muy apenado un pariente.
 Todos le recuerdan como un niño alegre. Era estudiante de séptimo grado, jugaba basketball y béisbol. Gustaba de la música y   practicaba baile de dembow con sus amiguitos.
La intoxicación con monóxido de carbono puede causar la muerte y, para aquellos que logran sobrevivir, la recuperación es lenta. El pronóstico de la persona depende de la cantidad y duración de la exposición al monóxido y se puede presentar daño cerebral permanente.
Cuando se inhala monóxido de carbono, el tóxico reemplaza el oxígeno en el torrente sanguíneo y, como consecuencia, el corazón, el cerebro y el cuerpo sufrirán por la falta de éste.
 El niño Carlos Collado se ganó una buena dosis de afecto que desbordaba lo paternal, llegando a apreciarlo como “el ángel del hogar”.
La tragedia ha devastado a esta humilde familia de inmigrantes banilejos, al vecindario de Dorchester y amigos residentes en pueblos circundantes y sectores urbanos y suburbanos de Boston.
LISTIN DIARIO supo anoche que las autoridades aún no han entregado el cadáver a la familia del menor, debido al proceso de exámenes forenses, y que el alcalde de Boston, Thomas Menino, se comunicó con la familia, a quien manifestó su pesar por la tragedia y le habría prometió que la alcaldía se encargará de solventar todos los compromisos contraídos durante el funeral.

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