Localizada a nueve kilómetros de San Cristóbal y luego de recorrer por calles intransitables los estudiantes reciben clases en la escuela Pozo Prieto, en penosa condiciones.La estructura cobijada de zinc en la que llueve adentro y acampa afuera fue construida en el 1999, con un período de vida de cinco años, ya tiene 11 y su deterioro es cada vez más evidente.
Los estudiantes de primer, segundo y tercero de básica piden el arreglo del plantel educativo: pisos, verjas, corrección de goteras, pavimento de la entrada, entre otros arreglos son las exigencias de niños deseosos de adquirir conocimientos en una escuela que posea las condiciones necesarias para estudiar.
Este martes la ministra de educación informó que se iniciará la reparación de dicha institución, así como la reconstrucción de los centros educativos que lo necesiten, pero mientras tanto los alumnos desafían el lodo y todo tipo de calamidades para recibir el pan de la enseñanza.
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