SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El alcalde del Distrito Nacional Roberto Salcedo anunció este jueves que su administración establecerá un control que regulará las ventas de alimentos, baratijas, mascotas y otros animales bajo los semáforos de las principales esquinas de la Capital con el objetivo de proteger la salud y la seguridad de la ciudadanía.
Salcedo dijo que el Ayuntamiento realizará una depuración donde se controlará el número de revendedores, con un número establecido de personas por turno, con la garantía de que no estén enfermos, que no tengan fichas policiales, de manera que no sea un delincuente el que ofrezca las ventas a los transeúntes.
En esquinas como las que forman las avenidas 27 de Febrero con Churchil; Máximo Gómez con Kennedy y con 27 de Febrero; 27 de Febrero y Kennedy con Lincoln, entre otras, son famosas por la variedad de ventas que van desde estuches para celulares, flores, cargadores, tarjetas telefónicas, agua, jugos, frutas, periódicos, maíz hervido, helados, perros, gatos y prendas de vestir, junto a un sinnúmero de pedigüeños y limpiadores de vidrios que se acercan a los conductores.
Entrevistado en el programa El Despertador, del grupo SIN, Salcedo dijo que en el caso de los alimentos, no se permitirá que se vendan en esos espacios públicos por considerarlo un atentado contra la salud de la población.
El entrevistado y sus anfitriones enumeraron casos folclóricos que se observan en las esquinas de la Capital como el de la Máximo Gómez con 27 de Febrero, donde un pedigüeño aborda a los conductores con una piedra en la mano; el de un vendedor que dijo haber adquirido la propiedad de la Churchil con 27 de Febrero y la patética situación de una señora que pide en esa misma esquina armada de un casco de botella.
Los vendedores y pedigüeños se han convertido, según el alcalde, en personajes de la picaresca criolla que llegan incluso tienen identificadas a personalidades públicas como políticos, artistas, empresarios, funcionarios y deportistas “y tienen anotados a los que dan y a los que no dan”.
Para regular a las personas que se ganan la vida en las esquinas de la capital el alcalde adelantó que ha buscado la colaboración de la Policía Nacional y el Ministerio de Salud Pública, para que cada una de esas instituciones juegue su papel en lo concerniente a seguridad y sanidad.
En torno a las redes de mendigos que según se ha denunciado operan de manera organizada con criterio comercial, dijo que también ha iniciado con la Policía para establecer la realidad de la denuncia. La situación es más notoria por el número de madres y niños haitianos que piden en las esquinas de la ciudad.
Se refirió también a la prostitución en la ciudad, de la que dijo guarda vinculación con el auge del turismo, y puso como ejemplo que donde más se agrupan las llamadas trabajadoras sociales es en los entornos de los grandes hoteles. Dijo que la situación es la misma en las inmediaciones de la avenida Sarasota, como en El Malecón y La Bolita del Mundo.
El alcalde capitaleño resaltó que ha buscado fórmulas de entendimiento con los hoteleros a fin de controlar el ejercicio de la prostitución en las proximidades de sus establecimientos, aunque estimó que se trata de un tema complejo que tiene diferentes enfoques.
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