miércoles, 1 de diciembre de 2010

Aseguran Jesús de Galíndez fue asesinado en la Casa de Caoba y enterrado en San Cristóbal

San Cristóbal.- A 54 años del secuestro y traslado forzoso desde Nueva York, Estados Unidos, a la República Dominicana y posterior asesinato del catedrático vasco Jesús de Galíndez, dos profesionales que investigaron el asesinato del extrajero sostienen que este fue asesinado en la Casa de Caoba de Trujillo y su cadáver enterrado en un cementerio de la zona norte de esta provincia.


El antropolico y médico Guaroa Renvillet y el ingeniero Alejandro Brioso, luego de investigaciones confidenciales con campesinos que trabajaron en lo que fue la Hacienda Fundación, en la era de dictadura de Rafael Leonidas Trujillo Molina, aseguran que el escritor Jesús Galíndez fue asesinado por el propio tirano y sepultado en un cementerio de Daza, en el actual distrito municipal de Hato Damas, al norte de esta localidad.

El ingeniero Alejandro Brioso, nativo de san Cristóbal, explicó que unos de los zacateca del antiguo cementerio le confesó que los restos de Galíndez se encuentran sepultados allí, un campo santo antiguo ubicado a unos diez kilómetros de la Casa de Caoba.

Desde un principio, el crimen fue atribuido a mercenarios del régimen dictatorial de Rafael Leonidas Trujillo (1930-1961) y forma parte del baño de sangre, método esencial del oprobioso régimen, que estremeció durante 31 años a los dominicanos y generó una gran repulsa en América Latina y Europa.

El ingeniero Alejandro Brioso, entrevistado en el programa “El Censor de la Tarde”, que produce el periodista Carlos Corporán, por la Radio Emisora Sur 91.9, dijo que un zacateca y su hijo de 15 años, fueron los que sepultaron el cadáver de Jesús de Galíndez, en un antiguo cementerio de la comunidad de Daza, donde también sepultaron decenas de dominicanos asesinados por las fuerzas represiva del régimen que comandaba Rafael Leonidas Trujillo Molina.

Se recuerda que un 14 de noviembre del 1939, Jesús de Galíndez llegó a la República Dominicana como parte de un contingente de exiliados españoles y poco tiempo después de su llegadasu llegada se desempeñó como maestro de la escuela de Derecho Diplomático, adscrita a la Secretaria de Relaciones Exteriores, siendo Ramfis Trujillo, hijo predilecto del dictador, uno de sus alumnos.

“hay tres personas que participaron en el enterramiento del cadáver de Galíndez, que nos lo confiaron a nosotros. Esos señores nos confirmaron que el cuerpo de Galíndez fue sepultado debajo de una mata de mango, en el antiguo cementerio de Daza”, dijo Brioso.

Manifestó, que con una fotografía aérea que realizarán próximamente, se ubicara el lugar donde se encuentran sepultados los restos de Jesús de Galíndez.

De Galíndez, profesor de la prestigiosa Universidad de Columbia, en el ejercicio de sus funciones, se había matriculado para optar por el título de Doctor en Historia, siendo su tesis de grado “La Era de Trujillo”, un estudio relacionado con el oprobioso régimen, redactado en los idiomas español e ingles.

El ingeniero Alejandro Brioso, señaló que se harán excavaciones en la zona para tratar de encontrar los restos de Jesús de Galíndez, con la colaboración del Museo del Hombre Dominicano.

Una tarea difícil

Para el médico e investigador dominicano Guaroa Ubiñas Renville será difícil localizar el cadáver de Galíndez, porque fueron decenas de cadáveres sepultado en este antiguo cementerio.

“Nosotros en las investigaciones hemos determinado, que el cadáver de Jesús de Galíndez formó parte de los trasladados en una guagüita, y que los lanzaban en un hueco en una furnia, que había en las comunidades de Hatos Damas –Los Hoyos, al lado de unos puentes, que son los puentes de Las cabuyas” .

Significó que los cadáveres los lanzaban militares y que luego tres personas eran que les daban sepultura, los cuales no los identificó, pero que fueron dos hermanos y un vecino de la comarca.

“En esa zona, además pasaba por el lugar hasta dos veces en el día, era una guagüita gris". Reveló que tiene el nombre del chofer que lo dará a conocer en su oportunidad.

"Yo le digo a Alejandro que primero hay que ubicar los puentes y los arroyos, porque la zona ha cambiado mucho, y hacer las trincheras que se hacen para las investigaciones antropológicas, y que los cadáveres en tierra pueden mantenerse por mas años que en un nicho”.

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