La economía de América Latina crecerá un 3,2 por ciento este año y un 4 % en 2013, según el informe de la OCDE y la CEPAL difundido hoy en el marco de la Cumbre Iberoamericana en la ciudad española de Cádiz.
Pese al continuo crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de América Latina, las perspectivas económicas de la región "están sujetas a incertidumbre y volatilidad en el contexto externo", señala el informe, presentado por el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, y la secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena.
El crecimiento en América Latina "es casi un cliché", dijo Gurría al resaltar que la región sigue "resistiendo mejor los embates de la crisis global" y debe seguir haciéndolo pese a los "importantes desafíos" que afronta a largo plazo, como la reducción la demanda interna y la exportación de recursos naturales.
La recaudación tributaria "sigue siendo excesivamente baja" en América Latina, señaló, al recordar que ha pasado de un 14 % a un 19,4 % de 1990 a 2010, pero sigue lejos del 34 % de media en los países de la OCDE.
Este tipo de informe, que desde hace seis años se presenta en el marco de la Cumbre Iberoamericana, se centra en esta ocasión en la Pymes (pequeñas y medianas empresas) latinoamericanas y la forma de impulsarlas con cambios estructurales.
La economía mundial registrará una "lenta expansión", debido a los problemas fiscales, la fragilidad financiera y los altos niveles de desempleo en la zona euro, según el documento que indica que la consolidación del crecimiento en Estados Unidos continuará débil.
En ese contexto, se estima que las economías de China e India, que han sido un motor importante para el crecimiento mundial, en particular para América Latina, registrarán una desaceleración.
Las tasas de desempleo en 2012 serán de un 6,5 por ciento en la región, frente a un 8 por ciento en la OCDE y un 11,5 en la zona euro, con tendencia a aumentar a un 12 % en 2013, señaló Gurría.
América Latina en su conjunto ha fortalecido su posición en términos de reservas internacionales, un 16 % del PIB, y muchos países de la región tienen una deuda relativamente baja y buen acceso a financiación internacional, lo que permitirá evitar una contracción de la economía, señala el estudio.
El informe recomienda, entre otros, una mayor inversión en infraestructuras y asegurar la coherencia entre las políticas de estabilización a corto plazo y las medidas estructurales para aumentar el crecimiento potencial.
Pese a que la mayoría de los países latinoamericanos han logrado combinar las tasas de crecimiento económico con la reducción de la pobreza en los últimos años, las desigualdades en la región siguen siendo de las más altas del mundo, con un 31 % de la población en niveles de pobreza.
En cuanto a las Pymes, el estudio subraya que son "actores clave para incrementar el crecimiento potencial de América Latina", pero, indica que estas empresas presentan una baja productividad y gran heterogeneidad en su acceso a mercados tecnologías y capital humano.
Las pymes representan el 99 por ciento de las empresas en América Latina, donde emplean a 67 % de la población activa, y sin embargo, su contribución al PIB es relativamente baja.
Las grandes empresas en la región tienen niveles de productividad que llegan a ser 33 veces mayores que las de las microempresas y seis veces más que las pequeñas, comparado con 1,3 y 2,4 veces en los países de la OCDE, señala el informe.
La financiación y el acceso a la información son dos aspectos claves para un mejor desarrollo de las pymes en América Latina, según el informe, aspectos resaltados tanto por Gurría como por Bárcenas en su presentación, en la que intervinieron el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, y el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias.
También estuvieron el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Luis Alberto Moreno, y Enrique García, presidente del CAF, banco de desarrollo de América Latina.DE EFE
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