domingo, 19 de diciembre de 2010

Dominicanos confían que nunca desaparezca espíritu de Navidad

Santo Domingo
La Navidad es la fecha más alegre del año. Época en la que se intercambian regalos, se comparte con la familia la comida, bailes y oraciones, todo esto acompañado de los mejores deseos hacia las personas que aprecias. Se festeja el nacimiento de Jesucristo, hace más de 2 mil años.

Durante un sondeo de LISTÍN DIARIO, se pudo apreciar que una de las peculiaridades que guardan estos días de fiestas son las peticiones por el año que se avecina. “Que las malas energías se vayan junto al año viejo, y el nuevo venga cargado de cosas positivas”, es una síntesis de lo que opina la gente de esta media isla caribeña, ubicada, como dijo el poeta nacional Pedro Mir, en el mismo trayecto del sol, un sol brillante que ilumina y llena de buenas “vibras” a un pueblo que ama la Navidad.

Sin embargo, sentir energía y deseos para celebrar en esta época no siempre se traduce en acciones. Lucía Domínguez, quien por más de 15 años decoraba el “callejón” próximo a su vivienda, dice que “años atrás las vistosas decoraciones en los hogares guiaban las miradas. Pero ahora brillan por su ausencia”.

La informal decoradora señala que los moradores del sector La Esperanza no apoyan la causa, argumentando que no pueden gastar dinero en decoración, teniendo deudas y compromisos con el sustento de sus familias. “Yo entiendo su posición”, indicó, mientras su rostro denotaba desaliento y resignación.

Los días más esperados están a la vuelta de la esquina. Ya casi el pavo se comienza a oler y el ponche se enfría. Pero ¿Se siente la Navidad?

Para Antonia Tiburcio, una transeúnte del paseo comercial El Conde, no parece que la cena de Nochebuena es la próxima semana, lo que atribuye a la situación económica que vive el país. “Pero lo más importante de todo es pasarla en familia y tener salud”, añadió.

Tiburcio pide para el nuevo año bendiciones, paz y que todo transcurra con normalidad, que los problemas no empañen estas fiestas.

Precisó que siempre y cuando se pueda compartir con la gente que se ama, la situacion está bien. “De seguro en los proximos días el aire navideño se siente más, y la gente estará feliz y armoniosa, porque un nuevo año se acerca y se debe aprovechar para hacer el bien y amar a los demás”. Sin dudas, el amor por la Navidad se mantiene, una epoca de unión familiar y anhelos de un mejor porvenir.

La inocencia innata de un infante no se excluye de las tantas peticiones que se elevan a Dios. Rafael José, de 12 años y quien cursa el séptimo nivel de básica en la Escuela Santa Clara, clama al Señor para que su familia esté unida y disfrute al máximo de estas celebraciones.

Rafael José, visiblemente alegre, expresó que lo más importante es que sus padres lo amen como él los ama a ellos. “En un segundo se encienden los bombillitos del árbol navideño que ilumina los ojos curiosos que se acercan. En unas cuantas horas el escenario para la cena de Nochebuena está listo. Los minutos corren y finaliza el año”, así se expresa Rafael José, al referirse a los días que restan de esta mágica temporada. “Qué te pasa viejo año que te pasa, que ya tienes tus maletas preparadas, dime si es que te han votado de la casa porque estás viejo por que no sirve pa¥ nada”. Es una estrofa de la canción que interpreta July Mateo (Rasputín). Es un clásico de la Navidad y un ejemplo para describir que el dominicano ama estas fechas.


LA NAVIDAD ES “LA EPOCA MÁS BELLA”.
Para Sollenny Encarnación Vásquez, una joven estudiante, la Navidad significa disfrutar en familia, compartir, bonches, fiestas, regalos y comprar ropa, una de las actividades favoritas de la fecha.

A las escuelas también llega la Navidad. “En mi escuela se decora el curso alegórico al nacimiento de Jesús, compartimos regalos y celebramos el Día del Niño”, expresó.

Encarnación desea en este año nuevo amor y paz para todo el mundo, y para su familia, bendiciones y unión. Espera que Dios le regale sabiduría y amor para ser cada día una mejor persona, además de que le agradece todo lo que le ha dado.

José Luis de los Santos, quien vende y repara relojes en la calle El Conde desde hace unos 20 años, dice que no percibe el aumento de las ventas, pese a la epoca navideña.

Manifestó que ocho años atrás, en época de Navidad, esta vía era abarrotada por nacionales y extranjeros que se paseaban de un lado a otro, lo que triplicaba las ventas.

Consideró que el interés de celebrar no se ha perdido, pero que la situacion económica limita. “Es penoso ver esta zona tirística tan devaluada en el comercio, aunque una de las consecuancias es la inseguridad que impera y no se hace nada”, se quejó.

No hay comentarios: