SFM celebra sus 232 años

En medio de un vertiginoso desarrollo, esta comunidad capital de la región nordeste arriba a sus 232 años de fundada, logrando exhibir un autentico crecimiento, lo que la sitúa como preferida para impulsar inversiones de progreso.

Fundada en el año 1778, recibió posteriormente el nombre de provincia Duarte en honor al Patricio, en el año 1925, mediante la Ley 329. Su extensión territorial abarca 764 kilómetros cuadrados y es una de las provincias más productivas del país, especialmente en cacao, arroz, café, ganadería y demás rubros agrícolas en general.

La historia
De clima húmedo, ubicada en el Cibao Central, limita con las provincias María Trinidad Sánchez, Espaillat y Samaná, al Norte. Con Samaná, al Este; con Monte Plata y Sánchez Ramírez al Sur y con Salcedo y La Vega hacia el Oeste.

Lleva su nombre en honor a los primeros habitantes, los indios Macorís, y a miembros de la Orden Franciscana, de España, llegados aqui durante la época colonial del país.

Se constituyó en cuna de luchadores contra la ocupación militar haitiana en 1822 y fue de las últimas poblaciones en enarbolar la bandera de los ocupantes, además de su lucha en contra de la tiranía de Rafael L. Trujillo.

Al arribar a sus 232 años muestra un vertiginoso desarrollo que se puede observar en fuentes de empleos para sus habitantes.

Importantes cadenas comerciales nacionales e internacionales a través del tiempo se han instalado aquí, destacándose la Nestlé Dominicana, La Sirena, Grupo Nazario Rizek, Pizza Hut, Burger King, Plaza Lama, Distribuidora Corripio, La Curacao, Claro Codetel, y las sucursales de los principales bancos comerciales del país, entre otras.

Aparte de esos grandes negocios se destacan otras inversiones de desarrollo como instalación de mueblerías, restaurantes, tiendas de variedades, centros de salud, hoteles, agencias de vehículos y otros negocios que constituyen fuentes de desarrollo y crecimiento general.

La industria de la construcción es una de las que más dinamismo presenta, pues con el paso del tiempo han surgido urbanizaciones como Caperuza, La Pina, Nestalis, Paseo del Río, Piantini, El Doral, Terranova, el Silencio, La Fortuna, Brugal, Campo Fernández, y Almánzar, constituyendo estas las principales en lo que a clase media alta se refiere.

Crecimiento
A este crecimiento se agregan más de 100 barrios que operan en los diversos sectores, habitados principalmente por personas de la clase media baja como son Los Maestros, Los Rieles, San Martín, Pueblo Nuevo, Hermanas Mirabal, San Vicente, Ribera del Jaya, Los Espínola, Barrio Azul, Santa Ana y otros. Para el arquitecto Reynaldo Acevedo Santos, la ciudad del Jaya en sus 232 años de fundada ha ido mostrando un notable crecimiento, pero ha estancado su valor arquitectónico, y esto se demuestra con la desaparición casi por completo de lo que significa la conservación de su centro histórico.

“No ha habido un régimen de control que evite que importantes viviendas del pasado que constituían una referencia histórica hayan sido demolidas, sin que nuestras autoridades muestren preocupación por la preservación de los valores arquitectónicos de la ciudad”, dijo el profesional de la arquitectura.

EL COMITÉ PERMANENTE DE CELEBRACIONES
Rafael Fernández Valerio, presidente de honor del comité permanente de la celebración del 232 aniversario, expuso que “nuestra ciudad ha ido en un constante desarrollo, pero se necesitan obras que dinamicen más la comunidad por lo que lucha según dijo desde la Asociación para el desarrollo de la provincia Duarte”.

En lo que a producción agrícola se refiere, desde la provincia Duarte sale la mayor producción de cacao hacia el mundo, su mayor importador es el Grupo Nazario Rizek, presidido por Don Héctor Rizek Llabaly, constituyéndose esa empresa como la más importante en su género.

El Grupo Rizek promueve a nivel mundial el cacao que produce constituyendo un motivo para que nacionales y extranjeros se acerquen a la Hacienda La Esperarla en la comunidad Los Bejucos, donde funciona una de la más moderna procesadora del producto, sirviendo además como escuela de enseñanza de la riqueza de nuestro principal producto.