La crecida del lago Azuei, producto de las lluvias registradas en los últimos días, mantiene anegada a la comunidad de Mal Paso, afectando las actividades binacionales entre este lado dominicano y Haití, lo que preocupa a empleados, comerciantes, transportistas y pasajeros.
Las lluvias en torrenciales que se han producido debido a los fenómenos atmosféricos han generado preocupación entre los residentes de esta zona.
Ayer, en las instalaciones en donde funcionan la Colecturía de la Dirección de Aduanas y de Migración los empleados no pudieron penetrar ya que estas oficinas están completamente inundadas, por lo que el servicio habitual en la frontera se vio seriamente afectado en las primeras horas. El lago Azuei experimenta desde hace dos años una extraña ampliación de sus límites, situación que se empeora cuando se producen lluvias repentinas como las originadas en los últimos días.
Empleados de Aduanas y Migración, comerciantes, transportistas y pasajeros no saben qué hacer ante la impotencia por el bloqueo de las aguas en el importante paso ocupado por el lago Azuei.
De igual modo del lado haitiano, la situación no es menor al reportarse que la vía de acceso desde el más cercano poblado conocido como Fondparisien hasta la frontera es caótico, por los charcos que se confunden con el lago y que imposibilita conducir vehículos con facilidad sobre todo los pequeños.
A pesar de las dificultades que desde hace varios años se generan en la frontera de Jimaní con Mal Paso, punto de entrada y salida de República Dominicana con relación a Haití, las autoridades no han accionado para buscar salida definitiva a este problema, en la cual aún se encuentran las instituciones estatales que recaudan millones de pesos mensuales para el Estado.
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